Me asustaría mucho que Gustavo Madero dirigente del PAN logre con ayuda de algunos miembros del consejo político, cambiar los estatutos de su partido, ya que eso le estaría dando la facultad de mantenerse en el cargo al frente del partido político al menos un tiempo más antes de todo lo que es la bomba de su relevo en el PAN.
¿Qué es lo que quiere Gustavo Madero?
Simple, restarle poder al consejo nacional, que los consejeros no sean tan autónomos y además, sus facultades al interior del partido estén supeditadas al voto de calidad del propio dirigente nacional, o sea que Gustavo Madero quiere un golpe de estado en el PAN y que en el futuro se tenga un consejo político cuadrado, recto y vertical dentro de las formas para las decisiones.
De ahí que tanto me sorprenda que el PAN accediera a los deseos de Gustavo Madero pero… el propio PAN parece que está perdido en la soledad de su laberinto.