Era cuestión de tiempo y hasta que alguien se animó a decirlo, ya en el estado de Michoacán las cosas no están como para que se tengan contemplaciones sobre si vuelve o non el gobernador Fausto Vallejo, quien aun cuando no está en funciones por salud y no por gusto, se entiende que el estado debe ser primero y por ello mismo hay que tomar el toro por los cuernos.
Bueno, aunque cuando el PAN pide desaparecer poderes en Michoacán, debemos entender que esta es una medida exagerada, lo que se debe hacer es solicitar el apoyo de la federación, de las fuerzas armadas federales y claro, llamar a elecciones extraordinarias de acuerdo a lo que la ley estipula para estos casos.
Ni tanta luz que queme al santo ni tan poca que no le alumbre.
Michoacán vive una situación sumamente complicada, zonas que no tienen ley, ya sea por el narcotráfico y el crimen organizado o sea porque la autoridad no existe o no entra o no actúa, por miedo u omisión.
En el actual gobierno de Michoacán parece que no hay alguien con los suficientes pantalones para tomar las decisiones que el Estado necesita, como hacer la investigación de la situación económica financiera del estado, así como comenzar a purgar cuerpos policiacos y garantizar la justicia para todos, lo demás se va viendo en el camino.
Al menos el PAN ya exagero pero abrió la boca, veamos si se media y se convoca a elecciones.