Gustavo Madero ya sabe perfectamente que no estará al frente del PAN para cuando termine el año, a menos de que su servilismo le sirva tanto a Enrique Peña Nieto que quiera que siga al frente de dicho partido político y le apoye para arreglar una serie de acuerdos al interior del PAN y afiance su liderazgo.
Ahora, entendamos que los panistas no se van a dejar fácilmente imposiciones, por ello mismo el papel que vengan desempeñando las actividades al interior del PAN las figuras del congreso y los gobernadores darán un peso específico a los candidatos a suceder a Gustavo Madero, aun cuando él quiera a capa y espada quedarse en la dirigencia.
Hay una máxima entre políticos que dice: “¿quieres saber el valor que tienes como político? Cuando vengan por tu cargo ve cuantos amigos están contra ti” y contra Gustavo Madero están amigos y enemigos en su contra para que se vaya así que imagine su valor como político, nulo.