México debe crear un modelo de desarrollo sin “utopías” para que una vez que el país tenga el clima sociopolítico y económico adecuado, pueda salir del rezago en el que se encuentra, aseguró el presidente vitalicio de Grupo Carso, Carlos Slim Helú.
“Sería interesante hacer este modelo de un país que no sea de utopías sino con realismo de a dónde puede llegar un país de 115 millones de habitantes, en el momento en el que podamos tener ese clima sociopolítico y económico adecuado aprovechemos estas épocas de recursos financieros abundantes y baratos a largo plazo para financiar todo el desarrollo y los rezagos que tenemos”, indicó.
En el encuentro anual de Fundación Telmex “México Siglo XXI”, el empresario señaló que México requiere un plan de desarrollo con una visión de al menos 15 años para poder definir con claridad las metas que impulsen el desarrollo económico y social del país.
“México y América Latina tienen un nivel de ingreso per cápita de alrededor de 10 mil dólares, como se espera crecer al 4.0 o 5.0 por ciento, en 10 años llegaremos a más de 15 mil dólares y de alguna manera romper la barrera del subdesarrollo”.
Slim Helú dijo que en una economía globalizada, fuertemente competitiva y basada en el conocimiento, la falta de educación de calidad y el desempleo son problemas graves que limitan el desarrollo.
En ese sentido, el reto de los gobiernos a nivel mundial es incorporar a los millones de personas que aún se encuentran marginadas de la modernidad tecnológica, a proyectos educativos y al trabajo bien remunerado.
“Antes la pobreza era un problema social ético, ahora es también un problema económico, por lo que se debe combatir en incorporar a esa parte de la población a la educación, al conocimiento, al trabajo y a la economía moderna”.
En opinión del empresario, en cinco años, la actividad laboral se centrará especialmente en el mercado de las Tecnologías de la Información (TI), educación, salud, turismo y el entretenimiento, a partir del conocimiento y no del esfuerzo físico.
Por ello, es necesario generar una visión clara y establecer metas cuyo eje central sea aumentar el nivel educativo de las personas para aumentar sus habilidades laborales que les permitan ser más competitivas.
Enfatizó que en países como China se está haciendo un importante esfuerzo para insertar a las personas que están en la pobreza extrema en las zonas rurales en un proceso de educación, modernización, incorporación a la economía moderna y desarrollo tecnológico.
“Esos son los tipos de procesos virtuosos en los que debemos caer, se debe tener una visión clara de esta civilización para saber qué metas podemos establecer y los instrumentos para cumplirlas,y por supuesto que en el corazón de todas ellas están la educación y el empleo de calidad, competitivo y remunerado”, subrayó.