Después de concluida la lucha armada y tras una serie de conflictos entre los sindicatos de la época, se fundó en marzo de 1918 la primera Confederación de Trabajadores con carácter Nacional: la Confederación Regional Obrera Mexicana, CROM.
Como la Casa del Obrero Mundial había perdido importancia y los conflictos generados entre los distintos grupos sindicales se intensificaban cada vez más, se generó la inquietud porque se fundara una organización sindical que representara al mayor número de sindicatos del país. Los primeros intentos al respecto se dieron en los Congresos realizados en las ciudades de Veracruz y Tampico, en donde se discutieron las principales estrategias de lucha que la futura central habría de tener.
Finalmente en marzo de 1918 en un Congreso realizado en la ciudad de Saltillo, la estrategia de lucha que se impuso fue la bandera de la CROM, la cual se simplificaba en la idea de un sindicalismo reglamentado y eficaz, en lugar de la idea de la acción directa. Este sindicalismo estuvo marcado por la idea de una acción política, como complemento de la lucha sindical.
La acción política de la nueva Confederación quedo sintetizada en la formación del Partido Laboral Mexicano, PLM, el cual celebró su primera convención en febrero de 1920, estructurado principalmente por los sindicatos pertenecientes a la CROM y otros sindicatos simpatizantes de la política del presidente Obregón.
Así quedó constituida formalmente en la ciudad de Saltillo, la Confederación Regional Obrera Mexicana, con la participación de 115 delegados procedentes de 18 entidades federativas. Entre los sindicatos más importantes se encontraban el de trabajadores metalúrgicos, electricistas, trabajadores textiles, ferrocarrileros y tranviarios, mineros, sindicatos gremiales y de jornaleros agrícolas, entre otros