Ya va siendo hora de que sepamos de que estamos hablando, si bien el doctor José Manuel Mireles tuvo su momento de gloria y se erigio como el salvador de Michoacán y del país, también llego el momento en el cual el doctor José Manuel Mireles titubeó entre la institucionalidad, con su ingreso a las fuerzas rurales del estado, y desafiar al gobierno federal, con las armas y lo que quedaba de sus autodefensas.
Seamos humildes, el doctor José Manuel Mireles sin interlocución con las autoridades y distanciado de sus antiguos compañeros, optó por seguir con un movimiento que ahora lo tiene en la cárcel, por violaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego.
Simplemente le vino muy guango eso de que la ley ya esta tratando de posicionarse en las calles y las instituciones.
No escuchó las advertencias del comisionado Alfredo Castillo sobre la detención de las personas que anduvieran armadas. Don José Manuel Mireles intentó mofarse de las alertas y ahora no tiene ni su sombrero ni su elegante camioneta blindada, nos dicen. El sombrero quedó como trofeo de guerra para las fuerzas federales que lo arrestaron.