Las viviendas quedaron inhabitables tras un tiroteo en 2011; sus fachadas simplemente son ejemplo de que ahí se dio una de las refriegas más importantes entre bandas criminales, principalmente crimen organizado en su modalidad de narcotrafico.
Serán destruidas porque dan mala imagen, dice el alcalde del poblado de Allende, Coahuila, todas las casas eran de integrantes de los Zetas