El presidente municipal de Tlaquiltenango, Morelos, rechaza el mando único policial porque le impide influir en la manera de aplicar la ley, vea este interesante reportaje de los periodistas de Punto de Partida que dirige Denise Maerker.
Pedro Antonio Rosas es el director de Seguridad Pública de Tlaquiltenango, Morelos, pero el presidente municipal no lo reconoce.
Tlaquiltenango se ubica al sur del estado, cerca de los limites con Guerrero, es uno de los 30 municipios morelenses donde ya opera el mando único estatal.
Rosas fue designado por el Comisionado de Seguridad Estatal, Alberto Capella, como encargado de las áreas de Seguridad Pública, Tránsito y Protección Civil de Tlaquiltenango el 15 de julio de 2014.
Pero la relación con el alcalde Mauricio Rodríguez, postulado por el Partido del Trabajo, se complicó dos meses después de su nombramiento, cuando sus elementos atendieron un reporte de riña en la colonia Gabriel Tepepa.
Según el parte policíaco, la víctima, Humberto Maldonado Manzanares, de 21 años, era sobrino del presunto homicida, Leobardo Aguilar Abundes, quien fue remitido al Ministerio Público.
Semanas después, la policía detuvo a cinco habitantes de una comunidad cercana por alteraciones al orden y portación de ama. Semanas después la policía detuvo a cinco
Después de estos eventos, el 13 de noviembre de 2014 el alcalde envió una carta al Comisionado de Seguridad, Alberto Capella, proponiendo un cambio de mando.
Al no recibir respuesta, el edil visitó la base de la policía el 11 de diciembre y desconoció a Pedro Antonio Rosas. Luego nombró a un nuevo director, ante el desconcierto de algunos elementos.
El estado respondió ese mismo día, desde Cuernavaca se ordenó el desarme total de los policías en Tlaquiltenango.
El 23 de diciembre de 2014, el cabildo de Tlaquiltenango acordó en sesión extraordinaria separarse del Mando Unico argumentando la indefensión de los habitantes y el incumplimiento del convenio por parte del estado.
Y el actual director de Asuntos Internos de Tlaquiltenango, Lucino Fuentes Baena, fue señalado por tener vínculos con la delincuencia organizada y despedido de cargos similares en los municipios de Jiutepec y Tepoztlán.
En un acto sin precedentes, el pasado 28 de enero, el gobernador de Morelos tomó por decreto el control de la policía municipal de Tlaquiltenango, argumentando un caso de fuerza mayor. Pedro Antonio Rosas fue reinstalado en su cargo.