El senador republicano Ted Cruz inició el lunes la primera campaña de cara a las elecciones presidenciales de 2016, con un discurso dirigido a la derecha en el cual declaró que se dedicará a “reencender la promesa de Estados Unidos”.
Cruz, uno de varios aspirantes surgidos del movimiento Tea Party, habló en la Universidad Liberty, horas después de anunciar sus intenciones en un tuit. La elección de la universidad fundada por el difunto pastor evangelista Jerry Falwell fue una señal a sus rivales que también aspiran al apoyo de la ultraderecha cristiana.
Cruz habló de su fe religiosa, las raíces cubanas de su padre y sus indudables credenciales conservadoras y dijo que “para muchos estadounidenses la promesa de Estados Unidos parece cada vez más remota”.
Entre los aplausos entusiastas del auditorio dijo, “imaginen a un presidente que por fin, por fin, por fin asegura las fronteras”. “Imaginen un impuesto de tipo fijo”, añadió. “Imaginen la abolición del Servicio de Rentas Internas”.
Habló en el quinto aniversario de la ley de reforma de salud del presidente Barack Obama, una norma que denunció en un discurso de 21 horas en el Senado que embelesó a sus seguidores del Tea Party y otros adversarios del seguro. Hubo una ovación en la sala cuando Cruz recordó que la Universidad Liberty inició una demanda contra la ley inmediatamente después de su promulgación.
“La bendición de Dios ha descendido sobre Estados Unidos desde el comienzo mismo de esta nación y yo creo que Dios no ha abandonado a los estadounidenses”, dijo Cruz. “Creo en ustedes. Creo en el poder de millones de conservadores valientes que se ponen de pie para reencender la promesa de Estados Unidos y es por eso que hoy anuncio que me postulo para presidente de los Estados Unidos de América”.
Cruz, una figura que provoca divisiones en su propio partido, previsiblemente no será el único aspirante por mucho tiempo. El ex gobernador de Florida Jeb Bush, el gobernador de Wisconsin Scott Walker y dos compañeros de bloque en el Senado, Rand Paul de Kentucky y Marco Rubio de Florida, planean lanzar sus campañas en poco tiempo.
Escogió efectuar su anuncio, no en Texas, a la que representa en el Senado, ni en los estados donde comienzan las primarias como New Hampshire y Iowa, sino en Liberty, para plantar su bandera en el sector influyente y altamente visible del Partido Republicano que otorga importancia suprema a factores como los 10 Mandamientos, el aborto y el derecho a portar armas.
De esa manera buscó desplazar del centro de la escena al ex gobernador de Kansas Mike Huckabee, a la vez un ex pastor evangelista y al ex senador Rick Santorum, que hace de su fe católica la piedra angular de su identidad política.
Se prevé que el padre de Cruz, un evangelista que ha calificado a Obama de “marxista”, ayudará al senador de 44 años a ganar votos en el sector.
Criticado por sus compañeros de partido, se ganó los elogios de simpatizantes del movimiento conservador Tea Party por haber encabezado una campaña de los republicanos para causar el cierre parcial del gobierno, en un intento infructuoso por bloquear el financiamiento para la ley de salud propuesta por el presidente Barack Obama.
La historia republicana reciente, sin embargo, podría jugar en contra de Cruz y otros candidatos profundamente conservadores en su lucha en las primarias y asambleas partidarias (caucus) estatales. Ese proceso de selección está dominado por los votantes más conservadores del partido y puede llevar a la proclamación de un candidato que no acepten ni los republicanos más moderados ni los votantes independientes.
El senador tiene preparado el lanzamiento de un libro a mediados de año en el que abordará los temas de su campaña por la Casa Blanca. En una entrevista reciente con las Associated Press, Cruz dijo que quiere contrarrestar las “caricaturas” que reflejan a la derecha como “estúpida”, “maligna” o “loca”.
“La imagen creada por los principales medios de comunicación no concuerda con los hechos”, dijo.
Aunque nació en Canadá, dos abogados que han representado a presidentes de ambos partidos en la Corte Suprema escribieron recientemente en la publicación especializada Harvard Law Review que Cruz reúne los requisitos para ser candidato.
En política exterior, Cruz estuvo entre los 47 senadores republicanos que firmaron una carta al líder supremo de Irán advirtiéndole de que cualquier acuerdo nuclear firmado con el gobierno de Obama y las otras cinco potencias mundiales podría quedar anulado y sin efecto tras las elecciones de 2016, cuando el actual presidente abandone la Casa Blanca. Además es un importante defensor de Israel.
El senador se opone también a la medida ejecutiva de Obama para frenar la deportación de millones de inmigrantes que están ilegalmente en el país y a la apertura hacia la Cuba comunista, país natal de su padre.