Papa Francisco ha ido más allá de sus predecesores al decir que nada justifica la pena de muerte, que calificó de “inadmisible”.
Agregó que la cadena perpetua es una “pena de muerte latente” y el confinamiento solitario “una forma de tortura”, y abogó por la abolición de ambos.
Estados Unidos está en la lista de los principales diez países que siguen ejecutando condenados junto con China, Irán, Irak, Arabia Saudí, Somalia, Sudán y Corea del Norte.
Aunque la pena de muerte tiene muchos partidarios en Estados Unidos y es legal en más de 30 estados, aun algunos conservadores se están pronunciando en contra.
La muerte de criminales y disidentes políticos ha sido empleada por algunas sociedades en un momento de su historia, tanto para castigar el crimen como para suprimir la disidencia política.
Actualmente la pena de muerte ha sido abolida y penalizada en casi todos los países europeos (excepto Bielorrusia), y la mayoría de los correspondientes a Oceanía (como Australia, Nueva Zelanda y Timor Oriental). La mayoría de países latinoamericanos han abolido la pena de muerte, mientras que en países como los Estados Unidos de América, Guatemala y la mayoría de los estados del Caribe aún sigue siendo aplicada.
En Asia la pena de muerte está permitida en democracias como Japón e India. En África, aún se usa en Botsuana y Zambia.
En muchos países donde aún se aplica la pena de muerte, se usa como un castigo para crímenes de asesinato, espionaje, traición, o como parte del Derecho militar.