Que nadie diga que Rihanna no sabe cómo hacer una entrada.
En una noche con grandes estrellas por todas partes -por ejemplo, George y Amal Clooney, Lady Gaga, Madonna y Cher- la cantante de pop consiguió acaparar la atención y conquistar la alfombra roja de la Gala del Met cuando apareció ataviada con una gran capa amarilla con ribetes de piel y bordados florales dorados, y una cola tan larga que requería tres asistentes.
El traje incluía un pequeño mini vestido rosa debajo y una brillante tiara. En línea con el tema de la noche -China, y su influencia artística en Occidente- el traje estaba diseñado por la modista de Beijing Guo Pei, que también tiene algunos de sus suntuosos diseños en la exposición actual del Met “China: Through the Looking Glass” (“China: A través del catalejo”) que inspiró la gala.
Como corresponde a una estrella -o a la realeza de la moda- Rihanna reclamó una atención especial en la alfombra siendo una de las últimas en llegar. Pero comparada con Beyonce, fue madrugadora.
Beyonce y su marido, Jay Z, llegaron tan tarde que muchos fotógrafos estaban recogiendo para marcharse. Pero se mostró muy fotogénica, en un vestido transparente de pedrería de Givenchy Haute Couture diseñado por Riccardo Tisci.
Los rojos profundos, dorados brillantes y otros tonos enjoyados dominaron la alfombra roja, mientras la multitud de celebridades invitadas adoptaban la inspiración china de este año. Abundaban las lentejuelas, y había bordados por todas partes.
Una de las primeras en llegar fue la veterana directora de la gala, la editora de Vogue Anna Wintour, que brilló en un traje floral en rojo y naranja de Chanel cuando subió las escaleras para dar comienzo a la fiesta repleta de celebridades, que recauda millones de dólares para el Centro del Traje Anna Wintour del Met.
Tras ella llegó una sucesión de estrellas del cine, la música, la moda, la televisión y los deportes, que no supera ningún otro evento salvo quizá los Oscar. Como apuntó la actriz Kate Hudson, “Es como la noche de los Oscar para el mundo de la moda, pero sin la presión de quién se va a llevar un premio”.
Hudson llevaba un vestido dorado con lentejuelas doradas, de Michael Kors.
También acudieron varias celebridades chinas. Entre ellas destacó la actriz Gong Li, que ofreció una juvenil inclinación con la cabeza al pasar con un vestido en rojo fuerte, adornado con encaje negro y un diseño de abanico.
Sarah Jessica Parker, que fue una de las mejor consideradas el año pasado con un elegante diseño personalizado de Oscar de la Renta, tampoco decepcionó este año al parecer con un voluminoso tocado sobre la cabeza que asemejaba llamas. Diseñado por Philip Treacy, el tocado mostraba borlas rojas a los dos lados.
Parker acompañó esa pieza con un vestido negro con un hombro descubierto y cintas realizadas con telas antiguas y cuentas de Suecia, una colaboración H&M y la Conscious Collection de la firma, que se centra en telas sostenibles.
“Pensamos que contaba una historia genial y también les daría a ustedes ideas sobre cómo reconsiderar lo que es importante en su vida y cómo reutilizarlo de nuevo”, dijo Parker.
La actriz dijo que llevaba trabajando en su estilismo desde noviembre, tras conseguir pequeñas pistas de Wintour sobre el tema de este año.
Una de las mujeres más seguidas del mundo, Amal Clooney, llegó del brazo de su marido con un voluminoso vestido rojo rubí de John Galliano.
La actriz Kristen Wiig adoptó de pleno los colores de la noche con un vestido amarillo de gasa de Prabal Gurung, que la acompañó en la alfombra.
Jennifer Lopez mostró mucha piel -de hecho, más que la mayoría- con un Versace rojo que tenía franjas transparentes a los lados.
También Kim Kardashian optó por las transparencias con un atuendo blanco con cola de plumas de Peter Dundas para Roberto Cavalli, el primero del diseñador para la casa. Su hermana pequeña Kendall Jenner prefirió Calvin Klein, brillando en un diseño verde con seductores lazos a los lados. También estaba allí su madre, Kris, con un brillante vestido rojo cerrado con un cinturón dorado.
Anne Hathaway deslumbró con un dorado vestido ajustado y con capucha de Ralph Lauren. Tras un corte de pelo, Katie Holmes acudió con un brillante vestido azul que dejaba parte de su espalda al descubierto. Holmes fue del brazo de Zac Posen, creador del vestido.
Justin Bieber llegó con una chaqueta negra con dragones dorados bordados, de Balmain. Un ave del paraíso adornaba el ruedo del vestido de la estrella de “Glee” Dianna Agron, un modelo con el hombro descubierto creado por Tory Burch.
Todas las estrellas estaban al tanto del veto a los `selfies’ impuesto por Wintour. Parecían contentos de cumplir.
“Creo que los selfies pueden en cierto modo interrumpir el momento y la diversión”, dijo Gabrielle Union. “No es tan divertido si tienes que documentarlo todo”.