La jefa de la agencia de educación y cultura de Naciones Unidas lanzó el miércoles una petición dramática, al señalar en El Cairo que la destrucción y saqueo de sitios arqueológicos en Medio Oriente – tales como los perpetrados por el grupo Estado Islámico en Irak – deberían ser condenados como “crímenes de guerra”.
La directora general de la UNESCO, la búlgara Irina Bokova, también recalcó durante la inauguración de una conferencia en Egipto que el robo y destrucción de antigüedades en la región era una táctica de guerra.
La conferencia se realiza en respuesta a la destrucción de templos y artefactos antiguos en Irak por parte del grupo extremista Estado Islámico, así como el saqueo y contrabando de antigüedades en Siria, Egipto y Libia.
“Hay mucho en juego”, declaró Bokova. “La destrucción y saqueo de museos y sitios arqueológicos ha llegado a niveles sin precedente. La destrucción de la herencia cultural, la depuración cultural, es utilizada como una táctica de guerra para aterrorizar a las poblaciones, para financiar actividades criminales y para esparcir el odio”.
“Debemos considerarlo como es: Un crimen de guerra”, subrayó a la audiencia de 10 naciones árabes en El Cairo.
Videos recientes que han aparecido en redes sociales muestran a miembros del Estado Islámico destruyendo artefactos antiguos en museos de Irak y demoliendo templos de 3.000 años de antigüedad, destruyendo así una herencia invaluable, lo que provocó indignación en la comunidad arqueológica y las organizaciones internacionales.
En algunos videos se puede ver a los combatientes destruyendo a martillazos los icónicos toros alados de Asiria y desprendiendo los arreglos florales del palacio de Asurbanipal II en Nimrud, antes de que todo el lugar fuera destruido con explosivos.
Los expertos especulan que las piezas de mayor tamaño son destruidas ante las cámaras, mientras que los artefactos más pequeños como figuras, máscaras y tabletas cuneiformes son contrabandeadas a Turquía, donde ingresan al mercado negro de antigüedades.
El Estado Islámico controla grandes partes de territorio en Irak y Siria, una zona en la que se ubican invaluables tesoros históricos. Deborah Lehr, de la Coalición de Antigüedades, el grupo que organizó la conferencia en El Cairo, subrayó que los artefactos contrabandeados por estos grupos provenientes de Siria e Irak, están valorados en miles de millones de dólares.
De acuerdo a Lehr, los extremistas daban a conocer estas imágenes para “intimidar a aquellos que disfrutan de las creencias que son ajenas a su muy estrecha visión y para financiar sus causas nefastas”.