Los milicianos del grupo extremista Estado Islámico fueron de casa en casa en la ciudad de Palmira con listas de nombres y datos de informantes para rastrear a los soldados del gobierno y otros enemigos y los asesinaron inmediatamente a tiros, dijeron activistas el viernes. Calculan que el baño de sangre ha dejado por lo menos 150 muertos en los dos últimos días.
La carnicería fue parte de la estrategia del grupo islámico para afianzar su poder sobre la ciudad que capturó el miércoles por la noche. Los milicianos han impuesto un toque de queda desde las 5 de la tarde hasta el amanecer y han prohibido a los pobladores salir de la ciudad hasta el sábado por la mañana para asegurarse de que ninguna de las figuras del gobierno que buscan pueda escapar, dijeron activistas y funcionarios.
La cacería de puerta a puerta fue similar a una purga que los milicianos perpetraron en la ciudad iraquí de Ramadi después de capturar esa ciudad la semana pasada.
“La búsqueda se efectúa de casa en casa, de tienda en tienda y la gente en la calle tiene que mostrar documentos de identidad”, dijo Osama al-Khatib, un activista de Palmira que se encuentra en Turquía. Al-Khatib perdió contacto con sus amistades y familiares en Palmira el viernes por la mañana antes de que el gobierno cortara todas las comunicaciones telefónicas y de internet en la ciudad.
Estado Islámico también ha detenido a decenas de personas después de ocupar Palmira, donde se encuentra uno de los sitios arqueológicos más famosos, dijeron activistas y funcionarios.
Un activista de Homs, Bebars al-Talawy y una página opositora en Facebook dijeron que hasta 280 soldados y milicianos progubernamentales han sido asesinados en Palmira desde que fue capturada el miércoles.
Al-Talawy afirmó que los extremistas se llevaron a soldados y milicianos progubernamentales de sus hogares, comercios y otros sitios donde habían buscado refugio. Agregó que muchos fueron asesinados a tiros en las calles. Dijo que usaron altavoces para advertir a los residentes que no dieran refugio a los soldados, dando lugar a que muchos denunciaran a quienes querían ocultarse entre la población.
Al-Khatib dijo que unos 150 cadáveres yacían en las calles de Palmira, incluso 25 miembros de la milicia progubernamental conocida como Comités Populares.
Maamoun Abdulkarim, director del Departamento de Antigüedades y Museo en Damasco, la capital siria, dijo que “hay arrestos y ejecuciones en Palmira”. Agregó que los extremistas islámicos “avanzan sobre zonas residenciales aterrorizando a la gente y vengándose”.
Abdulkarim agregó que no se veían pistoleros en la zona de las ruinas de Palmira de 20 siglos, que anteriormente atraían a miles de turistas.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que Estado Islámico había asesinado a 17 hombres en Palmira y que tenía reportes no confirmados sobre la muerte de otras decenas. Los Comités Locales de Coordinación dijeron que los extremistas asesinaron a decenas de personas desde el miércoles, incluso tres hermanos, dos niñas adolescentes y un joven.
El gobernador Talal Barazi de la provincia de Homs, que incluye Palmira, dijo que Estado Islámico capturó a numerosos hombres “y podría haber cometido masacres”. Agregó que unas 1.400 familias salieron de la ciudad de 65.000 habitantes antes de que los extremistas impidieran la salida de los pobladores el jueves.
Un video de un aficionado cargado en una página de Facebook aliada a EI muestra a residentes y extremistas en torno de dos hombres ensangrentados en uniforme militar en una calle de Palmira. “Dejen que los residentes los vean”, dice uno de ellos.