La probable victoria de Jaime Rodríguez, el “Bronco”, primer candidato independiente de la historia de México que según resultados preliminares se perfila como futuro gobernador del importante estado de Nuevo León, marca un hito en la historia política del país.
Jaime Rodríguez, el Bronco de 58 años, desbancaría al tradicional Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el estado en el que se encuentran Guadalajara y Monterrey, segunda y tercera ciudades más importantes del país, respectivamente, al norte de México, uno de los polos de actividad económica más dinámica del país.
Según se estima, Jaime Rodríguez ha capitalizado el mensaje de hastío de los votantes con los partidos que tradicionalmente han gobernado México. Los resultados preliminares le otorgan el 49% de los votos de las elecciones del domingo, que se constituye en la mayoría más holgada de todo el país y que dobla ampliamente en votos a Liliana Álvarez, la candidata oficialista de la coalición en torno al gobernante PRI y al candidato del derechista Partido de Acción Nacional.
“Vamos a darle vacaciones a los partidos para que se reformen, para que vayan a un retiro espiritual y puedan regresar con su alma lavada a la competencia”, fue el primer mensaje que “El Bronco” lanzó a los ciudadanos, inmediatamente antes de darle a los resultados una dimensión nacional: “se ha vencido al bipartidismo y será un ejemplo para el país”, afirmó.
La votación le asegura un aplastante victoria al hombre que, tras militar en el PRI durante 33 años en los que ha sido alcalde y diputado, ha demostrado que es posible darle vuelta al sistema político mexicano y erigirse por encima de la partidocracia tradicional. Sin embargo, no ha concretado demasiado su programa más allá de un discurso intenso, de borrón y cuenta nueva, que utiliza el lenguaje de la calle con gran éxito como si fuera alguien diferente a los políticos con los que ha compartido gestión estas décadas.
“Yo planeé ganar una elección, no planeé nada para después de la elección”, afirmó en una entrevista con un diario local y señaló que el diagnóstico a partir del cual comenzará su acción de gobierno será realizado por Fernando Elizondo, un ex miembro del gobierno de Vicente Fox que señala como su principal colaborador.
“El Bronco”, que basó parte de su victoria en un discurso que logró capitalizar el hastío generalizado por la corrupción en el país, afirmó que la administración a la que sustituirá, liderada por el gobernador Rodrigo Medina y en la que su familia ha sido objeto de cuestionamientos, será escrutada.
“Vamos a investigarlos y si hicieron las cosas mal, tendrán que pagar”, dijo. “No solo los Medina, a todo el gobierno hay que investigarlo”.
Cuando se le preguntó cuál será su primera prioridad en términos de política pública, “El Bronco” se refirió a la obra pública: “reconstruir todas las carreteras, que son un desmadre, están destruidas” y esa reconstrucción no comenzará de inmediato. “No vamos a hacer ninguna obra pública en los primeros seis meses de gobierno. Vamos a planear los seis años de gobierno y lo haremos en los seis primeros meses”, agregó.
También apostó por la política social. “Si rescatamos a los jóvenes de la calle”, que cifró en 150.000, “tendremos que trabajar en producir técnicos que necesita la industria” y para lograrlo planteará que “el gobierno del estado contrate a 3.000 maestros jubilados para ayudar a llevar a estos jóvenes a la escuela”, propuso.
Su discurso político, intenso, directo y simple, deja ideas como la de que “el gobierno no tiene que ahorrar porque no es una empresa y debe utilizar el dinero que los ciudadanos le dan para resolver los problemas que tiene” o que “hay que demostrarle a la iniciativa privada que sus impuestos serán bien usados”.
La gestión transparente ha estado en el centro de su discurso. “La corrupción es más difícil y más dura que un marrano encebado” dijo el lunes.
Uno de sus lemas recurrentes es “La raza paga, la raza manda”, siendo “raza” un sinónimo de “gente”, en México.
Y por ahora, descarta cualquier aspiración de salto a la carrera por el bastón de mando presidencial.
“No voy más allá de lo que ya dije, Bronco gobernara Nuevo León de sus fronteras para dentro”, afirmó.