Dentro del país hay una serie de eventos que se pueden ir estudiando y claro esta, analizando en todo lo posible, para dar certidumbre en el campo que al dinero corresponde.
Variables que se busca el disminuir al máximo para tener la mejor decisión en la capacidad de tomar, una acción y arrancar un nuevo negocio, buscar el expandir el ya existente o simplemente, evitar una mala decisión que conlleve el gasto de millones de pesos (o dólares) arrastrando al abismo a la empresa.
Es por ello que ninguna consultoría dentro del negocio de riesgos y análisis de situaciones económicas, pudo el vislumbrar que la caída de hasta el 80 por ciento de la actividad económica en el rubro turístico, acelerara al Dr. Agustín Cartens a claro, declarar recesión en México.
Amen claro esta, de que la influenza AH1N1 también trajo la parálisis económica y laboral, de 7 días en el país (bueno, se calcula que del 83 por ciento de negocios en el país) lo que hizo un daño jamás imaginado de medio punto porcentual del producto interno bruto, sin responsabilidad a nadie.
Ahora imaginen, el daño al sector turístico que es el tercer generador de divisas y empleos en el país, solo detrás de petróleos mexicanos y claro esta, las divisas que los connacionales envían a México, que han disminuido un 23 por ciento hasta el momento por la situación tan critica que existe en Estados Unidos.
Si, estamos mal pero nadie imagino que dentro de todo, México sería el epicentro de un nuevo virus que ha dentro de todo, también provocado la mexicano-fobia a productos, personas y demás; cuando México parecía ir mejorando en una situación, inmejorable