El gobernador de Puerto Rico advirtió que la isla no puede pagar su deuda pública de 72.000 millones de dólares, mientras economistas internacionales difundieron un duro reporte el lunes sobre la economía del territorio estadounidense. Mientras, la Casa Blanca informó que no hay un plan de rescate.
El anuncio del gobernador Alejandro García Padilla no sólo sacudió al territorio estadounidense asolado por la recesión, sino también al sistema financiero mundial, ya de por sí nervioso por las colapsadas finanzas de Grecia.
Se espera que la televisión transmita el lunes más tarde un discurso grabado de García después de reunirse con los legisladores, quienes todavía están debatiendo un presupuesto de 9.800 millones de dólares que pide recortes de 674 millones de dólares y destinaría 1.500 millones de dólares para ayudar a pagar la deuda. El presupuesto debe ser aprobado antes del martes.
El gobernador espera defender el pago de la deuda mientras negocia con los acreedores, dijo el domingo el portavoz Jesús Manuel Ortiz, confirmando los comentarios de Padilla que aparecieron publicados en el diario The New York Times.
“No hay otra opción. Me encantaría tener una opción más fácil. Esto no es política, esto es matemáticas”, dijo García, citado por el Times.
Los bonos de Puerto Rico eran populares entre los fondos de inversión de Estados Unidos porque eran libres de impuestos, pero los fondos de cobertura y los inversionistas dejaron de comprar bonos de deuda a medida que la economía de la isla empeoraba y se reducía su calificación de crédito.
Los comentarios de García probablemente no tendrán mucho impacto en Wall Street, dijo el economista José Villamil, un exconsultor de la ONU y director ejecutivo de una empresa de consultoría económica y planificación.
“Los mercados tienen claro que Puerto Rico se encamina a una dirección de una reestructuración o incumplimiento de pagos”, dijo y agregó que una reestructuración voluntaria de bonos podría ser la mejor opción.
“Las últimas cuatro administraciones han aplazado la toma de decisiones”, dijo Villamil. “En este punto ya no hay más que hacer. Por eso vamos a ver algunas medidas muy estrictas y algunas muy profundas. Va a doler, pero no hay otra salida”.
Un reporte difundido el lunes por un ex jefe del Banco Mundial y otros indica que la deuda fiscal puertorriqueña es mayor de lo pensado y exhorta al gobierno a actuar rápidamente.
“Política, legal y organizacionalmente, esta es una tarea enorme y también urgente: el dinero en la cuenta del gobierno puede evaporarse ante los retrasos, reduciendo el espacio de maniobra e intensificando la crisis”, agrega el reporte.
Los economistas elogiaron al gobierno de García por subir los impuestos, hacer reformas en pensiones y reducir y congelar el gasto, pero también destacaron que las previsiones de ingresos sistemáticamente superaron la recaudación y que las fallas políticas en parte han causado que Puerto Rico quede fuera de los mercados.
“El crecimiento no sólo ha sido bajo, sino que de hecho la producción se ha contraído en casi la última década, algo considerable para una economía que no tiene conflictos civiles ni una crisis financiera manifiesta”, dijo el reporte.
Algunos legisladores arremetieron contra García por los comentarios que hizo al diario, incluso a la legisladora Jenniffer González, del principal partido de oposición. “Pienso que es irresponsable”, declaró González. “Se reunió en privado con The New York Times la semana pasada, pero no ha visto a los líderes de esta isla”.
La Constitución local dicta que la deuda debe pagarse antes que cualquier otra obligación financiera. Si García trata de no pagarla, se necesitaría un referendo y una votación para realizar una enmienda constitucional, dijo la legisladora en entrevista telefónica.
Por su parte, el portavoz de presidencial Josh Earnest informó el lunes que nadie en la Casa Blanca está considerando un rescate federal y señaló que el gobierno de Barack Obama trabajará con Puerto Rico para identificar los recursos federales que puedan ayudar. Indicó que autoridades del Departamento del Tesoro también están trabajando con el gobierno de la isla.
Earnest explicó que el gobierno federal ayudará de la misma forma que a Detroit. La ciudad se declaró en bancarrota en 2013, la quiebra municipal más grande en la historia del país.