Dirigentes hispanos advirtieron al Partido Republicano que sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca sufrirán las consecuencias si los precandidatos no condenan categóricamente a Donald Trump, quien calificó a los inmigrantes mexicanos de violadores y narcotraficantes.
Las declaraciones de Trump en medio del discurso en el que anunció su candidatura el mes pasado dominan desde entonces las primeras planas de la prensa en español y han sido un dolor de cabeza para el Partido Republicano. Es un mal momento para un partido que ha invertido tiempo y recursos en llegar a la comunidad hispana, dada su creciente influencia electoral.
Pero varios precandidatos republicanos han evadido el tema, y los que se han pronunciado no han criticado a Trump con la energía que desean muchos hispanos.
“Ha llegado la hora de que los candidatos se deslinden de Trump y califiquen sus declaraciones como se merecen: ridículas, infundadas e insultantes”, dijo el republicano Alfonso Aguilar, quien encabeza la Sociedad Latina del Proyecto de Principios Estadounidenses. “Lamentablemente, perjudica al partido entre los votantes hispanos. Es un nivel de idiotismo como no había visto en mucho tiempo”.
En su discurso Trump dijo que los inmigrantes mexicanos “traen drogas, traen crimen. Son violadores. Algunos, creo, son buenas personas”.
Esta retórica resuena entre algunos de los militantes más férreos del Partido Republicano, que por años han considerado a la inmigración ilegal como uno de los problemas más graves del país.
Las consecuencias políticas y prácticas de las declaraciones de Trump se han intensificado.
La red de televisión líder del mercado hispano Univisión ha desistido de televisar el concurso Miss USA, una empresa conjunta de Trump y NBC, que también rompió relaciones con el magnate. La cadena de tiendas por departamentos Macy’s dijo que dejaba de vender la línea de ropa para caballeros de Donald Trump, y otras empresas del sector están bajo presión para tomar decisiones similares.
En cambio, la reacción de los precandidatos republicanos ha sido mucho menos agresiva.
El senador ultraderechista de Texas Ted Cruz, que es hispano, dijo a Fox News que Trump no debía disculparse.
“Me cae bien Donald Trump”, dijo Cruz. “Creo que es fantástico, es atrevido. Creo que dice la verdad”.
El ex gobernador de Florida Jeb Bush, cuya esposa nació en México, se limitó a decir que Trump “se equivoca”, en tanto el senador Marco Rubio, quien calló durante dos semanas, señaló el jueves que “las declaraciones de Trump, además de insultantes y erróneas, son divisionistas”.
El exgobernador de Texas Rick Perry dijo el jueves: “No creo que las declaraciones de Donald Trump reflejan al Partido Republicano”.
El gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, que suele hablar del papel de los votantes latinos en su reelección, calificó las declaraciones de “totalmente inapropiadas”, pero luego describió a Trump como “un tipo realmente maravilloso (que) siempre ha sido un buen amigo”.
El gobernador de Wisconsin Scott Walker, el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee, la ex directiva empresaria Carly Fiorina y el neurocirujano jubilado Ben Carson, entre otros precandidatos, han optado por callar.
“Estamos escuchando muy, muy atentamente no solo a lo que los candidatos dicen sino también a lo que no dicen: los pecados de obra y los pecados de omisión”, dijo el reverendo Gabriel Salguero, presidente de la Coalición Nacional Evangélica Latina, quien calificó las declaraciones de Trump de “retórica xenófoba”.
Trump no ha dado señales de retractarse.