En el PT hay quienes sacan chispas y centellas por la cara, ojos y boca parece que solo pudieran soltar fuego, el enojo es mayusculo, la desorganización mayuscula, nadie cree en su sano juicio que se pudiera estar tan atado y molesto a algo o alguien, para que los llevará al precipicio.
Y es logico que pensemos que el horno no está para bollos en el PT.
Hay un problema con al menos dos importantes frentes abiertos, que podrían ahondar más su crisis, pero parece que nadie quiere ver más alla de sus intereses personales.
Mientras el partido da la pelea legal por mantener su registro a nivel nacional, en el Senado de la República el cisma al interior de su bancada es evidente. Varios legisladores del PT estan hasta la coronilla, hay quienes dicen que sencillamente no pueden soportar más esta situación.
Se trata de la ruptura entre el coordinador parlamentario Manuel Bartlett y su compañero y suplente en la Comisión Permanente Marco Antonio Blásquez. Si usted se acaba de sorprender al saber que Manuel Bartlett sigue vivo, el PT casi lo tiene como senador vitalicio. Un ´punto negativo ya que la gente del PT le vendio caro su amor, pero los tiempos ya son otros, no estamos en el 2000 cuando el peso especifico del señor caida de sistema del 88, era otro muy distinto al de hoy.
El senador Blásquez dice que don Manuel lo obstruye pues no le permite participar en la Permanente, aun cuando son temas de la agenda del bajacaliforniano. ¿Ah dio? ¿será? jajaja ¡claro!, ademas de que Manuel Bartlett esta chocheando, siempre se ha sabido que es una persona que solamente ve por sus muy personalisismos intereses.
El profesor Alberto Anaya, presidente nacional del PT, nada más no ve su suerte pues mientras lidia con la posible extinción del PT, tiene que enfrentar pleitos internos y de una manera muy mala, tan sencillo como llamar a los actores y epdirles mesura fijar postura ysan se acabo, pero por lo que se ve, jamas imagino que esaria defendiendo su modus vivendi de esta manera y, por tonto, permitio ir solo al PT en estas elecciones sin imaginarse el broncon que le traeria.