Lo peor de todo es que nadie ve las marchas del 2 de octubre, como una razón para hacer desmanes, que los grupos punk y radicales, los anarquistas hacen destrozos y vandalismos sin que la autoridad haga siquiera lo mínimo para garantizar la paz en la Ciudad de México.
La marcha de este 2 de octubre de 2015 es el resumen de cómo México vive un momento intenso de crispación, todos están en contra de lo que son los grupos establecidos en el poder y que muestran un desprecio por la gente así como por los grupos de minorías que en todo el país se sienten como apartados del desarrollo.
Solo que en esta ocasión la marcha del 2 de octubre paso en cuestión de minutos de una marcha pacífica, donde a la tragedia de 1968 la alcanzó la del año pasado con el común denominador de la verdad a medias. La unión de las dos generaciones se concretó en una tarde que presagiaba confrontaciones como todos los años, cada marcha del 2 de octubre siempre en destrozos.
Durante la marcha, miles exigieron demandas tan viejas, como que se reabran juicios contra los responsables de la matanza en Tlatelolco de hace 47 años, y tan recientes como la presentación con vida de los jóvenes de la normal de Ayotzinapa, que muestran que la memoria del 2 de octubre sirve solo para que México no avance y pueda ir dando vuelta a la hoja en la historia.
Los gritos “¡Dos de octubre no se olvida!” le seguía el “¡Vivos se los llevaron”. Al “¡Es de lucha combativa!” le seguía el “Ayotzi, Ayotzi somos todos!” simplemente muestran que pase lo que pase en las marchas del 2 de octubre sencillamente siempre habrá motivo para hacer vandalismo y se muestre que las autoridades en México permitan la impunidad.