El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pronunciará un discurso relativamente raro de parte de un jefe de Estado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en un momento en que el país sudamericano ha sido objeto de escrutinio por parte de los grupos defensores de los derechos básicos.
Reelegida el mes pasado por la Asamblea General de la ONU como miembro del consejo, Venezuela solicitó una oportunidad para que Maduro hablara ante el panel de 47 miembros el jueves próximo, justo semanas antes de las elecciones en Venezuela.
El consejo dijo el lunes que admitirá el discurso como una “cuestión de cortesía” para el gobierno de Venezuela.
La organización Human Rights Watch y decenas de otros grupos de los derechos humanos dijeron el mes pasado que se oponían a que Venezuela tuviera de nuevo un asiento en el consejo, alegando que el gobierno venezolano emprendió una ofensiva contra manifestantes en gran medida pacíficos, el acoso de los defensores de los derechos humanos y la detención de políticos de la oposición y otros críticos “por razones arbitrarias”.
Algunas organizaciones no gubernamentales hablan de que la aparición de Nicolas Maduro para hablar al respecto de los derechos humanos sencillamente es tomado como una burla y que no debe la organización de naciones unidas prestarse a tal pantomima.