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Esperanza para mujeres violentadas
· Refugio Casa de la Mujer, empodera a víctimas de violencia
· Atiende a 33 mujeres con sus hijos
Yes y Ana son dos mujeres violentadas por sus parejas, pero decidieron denunciarlos y buscar otra oportunidad de vida.
Yes, como la conocen en el albergue, a sus 20 años apenas, ha vivido experiencias cercanas a la muerte. Ana es madre de tres hijos, y por años estuvo secuestrada en su propia casa por su marido, un hombre celoso y golpeador.
Ambas mujeres vivieron por años con la violencia en la cara, hasta que encontraron el Refugio “Casa de la Mujer”, donde las ayudaron. Ahora el Sistema DIF Morelos las apoya y las impulsa a tejer nuevos sueños.
Yes vivió con un hombre mayor; él se aprovechó de su inocencia, la sedujo prometiéndole sacarla de la pobreza.
“Al principio, cuando comenzó a buscarme me daba todo; me daba dinero para lo que quisiera; salíamos a muchos lados, hasta que en una ocasión decidí irme y empezar una vida con él”.
A los pocos días de convivencia, inició su calvario y el buen trato se esfumó. La obligó a trabajar en centros nocturnos y bares donde la prostituía. Todo el dinero se lo quitaba, ella apenas podía para pagar el hotel, convertido en su nuevo hogar.
La agresión verbal y psicológica impedía que se fuera, porque era amenazada con matar a su familia; le tenía miedo, la última ocasión que la golpeó fue en diciembre, acusándola de infidelidad.
“Me atacó con el palo de una escoba hasta que se cansó. Me dejó marcada, casi pierdo mi ojo y mi sentido del olfato. Cuando me golpeó salí ensangrentada y una vecina me ayudó, me dio 40 pesos y me dijo que me fuera a denunciar y al hospital”.
Al llegar al hospital narró lo sucedido, dieron parte a las autoridades de la Fiscalía del Estado, iniciaron una carpeta de investigación y le explicaron a Yes la existencia del Refugio.
Ahora ha tomado diferentes talleres y su mayor sueño es estudiar para maestra, abogada, o psicóloga, alguna de estas dos últimas profesiones para ayudar a mujeres que sufren lo mismo.
Salir adelante por su familia
Ana, es ama de casa y madre de tres hijos. Once años vivió con su esposo, hombre celoso que la mantenía encerrada, le prohibía trabajar y visitar a su familia.
“Si yo me salía, era un problema y me golpeaba; después tenía que estar con él todo el tiempo, acompañarlo a su trabajo para que estuviera seguro. Fueron años viviendo así, sometida a golpes. Él frente a otras personas era un amor, nadie podía creerme cuando declaré que me golpeaba porque siempre ayudaba a todos”.
A finales de marzo regresaron de su trabajo y tuvieron un problema derivando en golpes, inclusive intentó ahorcarla; sus hijos vieron, la hija mayor intervino y también la golpeó.
“No era la primera vez que me intentaba ahorcar, ya lo había hecho en otras ocasiones. Por eso, con mentiras me salí para ir a denunciar. Platiqué con las abogadas en la Fiscalía General y me hablaron del Refugio”.
“Aquí mis hijos y yo estamos tranquilos, seguros; tengo sueños, aspiraciones y anhelos, ahora ya empecé a tomar los talleres. Nunca es tarde para aprender y quiero saber muchas cosas que me ayuden para mantener a mis hijos y darles lo mejor”.
Refugio “Casa de la Mujer”
Es un albergue temporal, donde mujeres violentadas pueden acudir para tener protección, alojamiento, asesoría jurídica, atención médica, apoyo psicológico.
Trabajo social busca un espacio donde puedan vivir y tener seguridad, protección, cuidado y motivación para seguir adelante y, por último, está la red de apoyo, conformada por la familia, amigos, personas que quieran compartir su hogar, un espacio mientras ellas logran independizarse.
Para los cuidados de los niños, hay una persona especializada en brindar asesoría y pláticas sobre los cuidados de los infantes, además se les da terapia grupal.
Desde enero de 2015 dejó de pertenecer al Instituto de la Mujer para pasar al Sistema DIF Morelos, en donde Elena Cepeda, su presidenta, ha instruido al personal a brindar a las mujeres recursos necesarios para empoderarlas, explica Ivonne Loyo, jefa de departamento del Refugio.
El Refugio tiene capacidad para 40 personas; Ivonne Loyo detalla que se les brinda vestimenta, calzado, comida, talleres y apoyo psicológico; además, su estancia puede durar hasta tres meses pero, en caso de seguir el riesgo de que la mujer sea agredida o no se encuentre una red de apoyo, quedará el tiempo que sea necesario.
“Cuando llegan las mujeres que han vivido en un ambiente de violencia al refugio, se les brinda un espacio en donde las motivan para sobresalir; es un lugar donde recuperan la confianza en ellas mismas, y aprendan diferentes oficios que les permita ser independientes y autónomas”, concluyó Ivonne Loyo.
Esperanza para mujeres violentadas en Morelos

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