Franz Kafka y su relato “La Metamorfosis” fue determinante en la creación de la última novela de Salman Rushdie, “Dos años, ocho meses y veintiocho noches”, sostuvo el autor en esta capital.
Rushdie hizo esta confesión durante un conversatorio que sostuvo con el escritor Héctor Abad Faciolince, la noche del jueves en el auditorio del Fondo de Cultura Económica (FCE), filial Colombia, como parte de su gira de promoción por diferentes países de América Latina.
“La Metamorfosis” es un relato publicado en 1915 que narra la historia de Gregor Samsa, un comerciante de telas que vive con su familia a la que él mantiene con su sueldo, quien un día amanece convertido en un enorme insecto.
“Kafka fue determinante para mí al pensar en este libro”, dijo el escritor inglés de origen indio ante un auditorio que lo recibió y despidió con prolongados aplausos.
Una de las cosas que logra Kafka -explicó- es que la idea loca de convertir a un hombre en insecto, logra que esa transformación se torne seria y natural, entre los otros personajes.
“La reacción de la familia, la propia reacción de Gregor Samsa, son serias y naturales”, subrayó el escritor, quien afirmó que una de las “cosas más dulces de Samsa, en “La Metamorfosis”, es que sigue creyendo que está en una condición temporal y siempre dice mañana será mejor, como si tuviera una gripa.
Samsa, anotó Rushdie, es consciente que es un cucarrón enorme, que es una situación de su salud, pero está seguro que va mejorarse.
“Tomar la naturaleza humana de una manera totalmente seria, una vez que ha tenido la idea loca, es bastante útil”, enfatizó el escritor al hacer referencia a la influencia de Kafka en su última obra.
Esa influencia se puede ver con Jerónimo Meneses, que es el jardinero en la novela de Rushdie, en donde surge el tema de la levitación y el personaje después de estar conectado con la tierra se levanta sobre ella.
De la influencia de Kafka, el escritor británico crea un mundo del realismo mágico, que comienza con el matrimonio entre el filósofo andalusí Averroes y una yinn (un ser fantástico de la mitología árabe) que engendran una gran prole, trascendental en el devenir de la historia.
Estas ideas locas es lo que Rushdie llamó el “efecto Kafka”, que se mueve entre lo terrorífico como lo humorístico, y concluyó con la frase: “El tono predominante de este libro es la comedia”.
“Este libro es quien soy, la persona que creo que soy como artista (…) la manera en que entendemos el mundo comienza a través de historias”, fueron otras de las expresiones que soltó el autor de “Versos Satánicos” en su estadía en Bogotá, la última de su gira por América Latina.