La actividad manufacturera se contrajo de nuevo en China en diciembre, por quinto mes consecutivo, pero de forma menos pronunciada que en noviembre, según los datos oficiales publicados el viernes, que subrayan la ralentización persistente de la segunda economía mundial.
China es un actor clave de la economía mundial y el índice PMI de gestores de compras, calculado por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) en base a la actividad en fábricas y talleres, representa para los inversores un barómetro del estado de la economía china.
En diciembre, el índice se estableció en 49,7, contra 49,6 el mes anterior, cuando marcó su nivel más bajo en tres años.
Un PMI por encima de 50 marca una expansión de la actividad y por debajo una contracción.
Esta ligera mejora llega tras una serie de medidas económicas del gobierno chino para dinamizar la economía.
El banco central chino bajó a finales de octubre sus tipos de interés por sexta vez en el espacio de un año, para favorecer la concesión de créditos bancarios.
“Aunque el PMI ha aumentado ligeramente, continúa por debajo del punto crítico y es inferior a los niveles históricos en el mismo período”, apuntó Zhao Qinghe, del ONE, en un comunicado.
El crecimiento chino fue de 6,9% en el tercer trimestre, según el gobierno, el peor dato desde 2009.