Las inversiones en tecnología, soluciones y trabajos que tienen que ver con la disminución de emisiones de carbono, tendrán un crecimiento importante en los próximos años en el mundo, derivado de los acuerdos de la COP 21.
En México, la reforma energética es un aliciente para las inversiones en esa materia, por parte del sector industrial y público, destacó la especialista Graciela Lozada, egresada del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Resaltó que México contribuye con el 1.4 por ciento de las emisiones globales, derivadas principalmente de la quema de combustibles fósiles, cifra que es necesario reducir.
En entrevista, destacó que 2016 será el año para iniciar la implementación de soluciones que dirijan a la industria hacia una economía limpia.
“La reforma energética, así como los ordenamientos legales que se han impulsado como lo es la Ley General de Cambio Climático, servirán para este propósito, al igual que los que se están impulsando por parte del Poder Legislativo, donde se trabaja en una reforma al respecto”, resaltó Lozada.
Destacó que a nivel legislativo se han aprobado más de 20 ordenamientos, decretos y puntos de acuerdo sobre el tema ambiental, más que lo hecho por la pasada legislatura en el mismo periodo, donde destaca la labor de la Comisión de Medio Ambiente, donde su secretario, Fernando Rubio Quiróz, está elaborando e impulsando una reforma transversal en la materia.
El legislador ha metido como tema prioritario el tema ambiental, para vigilar y coadyuvar con las metas en medio ambiente, al tiempo que impulsa una reforma que toque diversos temas, tanto económicos como sociales, que sea transversal para este objetivo, lo cual es necesario en la coyuntura actual, resaltó.
La especialista describió que el acuerdo suscrito por 195 países en la pasada reunión de las partes de Naciones Unidas, COP 21 en París, es jurídicamente vinculante, sin embargo, no se establecieron como legalmente vinculantes los objetivos de reducción de emisiones específicos de cada país.
Debido a que no existen objetivos individuales vinculantes, se estableció la meta obligatoria de que el aumento de la temperatura media global a final de siglo quede muy por debajo de los dos grados centígrados, y hacer esfuerzos para limitar el calentamiento global a un máximo de 1.5 grados, destacó la especialista.
Dijo que además, el nuevo acuerdo infiere que los países monitoreen, verifiquen y reporten sus emisiones de gases de efecto invernadero usando el mismo sistema global.