La carrera presidencial en Estados Unidos tomará velocidad dentro de diez días, cuando comiencen las primarias en Iowa, con los demócratas buscando un tercer mandato consecutivo y los republicanos ansiosos por dejar atrás los años de Barack Obama.
La exsecretaria de Estado Hillary Clinton, de 68 años, se mantiene como la favorita en las filas demócratas, pero ya no es la incontestable candidata gracias a la inesperada pelea que libra el senador ‘socialista’ Bernie Sanders, a sus 74 años el más longevo de la partida.
El millonario Donald Trump (69 años) y el senador ultraconservador de origen cubano Ted Cruz (45) vibran en el lado republicano tras un extraordinario desempeño en las encuestas y en la calle, que ha puesto a temblar a la clase política y entusiasma a los votantes molestos con Washington y su propio partido.
Los resultados en Iowa el 1 de febrero podrían confirmar el gran momento que viven los ‘outsiders’ políticos. Cambiaron las reglas del juego y colocan toneladas de presión a candidatos del ‘establishment’ como Clinton y el aspirante republicano Jeb Bush, hijo y hermano de expresidentes.
Los estadounidenses elegirán al presidente número 45 en las elecciones generales del 8 de noviembre, pero el peculiar sistema electoral estadounidense se pone en marcha formalmente 10 meses antes: de febrero a junio se celebrarán primarias o en algunos casos ‘caucus’ (asambleas) en los 50 estados y en los territorios (como Puerto Rico).
Los caucus, donde los electores se reúnen e indican abiertamente sus preferencias y suelen votar a mano alzada, constituyen una de las mayores excentricidades del sistema: al mismo tiempo un ejemplo de democracia directa y un rompecabezas de una complejidad desconcertante.
Una victoria para Trump o Cruz en Iowa, donde marchan codo con codo, podría significar un empuje sustantivo camino a las siguientes primarias: el 9 de febrero en New Hampshire y luego en Carolina del Sur el 20.
Frente a ellos, candidatos tradicionales como Bush, el gobernador de New Jersey, Chris Christie, y el de Ohio, John Kasich, quienes lucen su experiencia en gobierno, desfallecen.
Si la doctrina de la campaña ha sido la rabia y el descontento, Trump ha sido su mejor profeta. Su estilo hostil y su mensaje xenófobo acaparan todos los reflectores mediáticos y seduce a uno de cada tres republicanos en el país. Impotente, la dirigencia republicana teme aislar a los moderados de las generales.
Aunque sus comentarios contra los inmigrantes mexicanos y su llamado a prohibir la entrada de musulmanes a Estados Unidos recibieron repudio general, la popularidad del magnate en las encuestas siguió incólume.
Pero está por verse si podrá convertir la frustración de los electores en votos.
“Es fácil para alguien decir ‘estoy muy molesto y me gusta Trump porque habla por mí’, y otra cosa es salir en realidad la noche del lunes y pasar dos horas para expresar ese apoyo”, dijo Cary Covington, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Iowa. Sus neófitos seguidores se las verán con la derecha religiosa que apoya a Cruz, tradicionalmente muy organizada en Iowa.
En el campo demócrata, Sanders le pisa los talones a Clinton. Una victoria en Iowa del senador sería un ‘déjà vu’ de 2008, cuando el casi desconocido senador Obama le arrebató el caucus a la que fuera primera dama para terminar ganando la candidatura y la presidencia.
Mientras que Clinton es “pragmática”, Sanders, que exhorta a los estadounidenses a emprender “una revolución política”, evoca metas “aspiracionales”, dijo a AFP Cary Covington, de la Universidad de Iowa.
Esa postura podría servirle en Iowa, donde “los que acuden (a los caucus) son quienes tienen posiciones más extremas”, añadió.
A fines de febrero y tras cuatro primarias, podría surgir el nombre de los candidatos demócratas y republicanos para la elección general.
Claro que Iowa suele sorprender. Además de Obama, allí brillaron los demócratas Jimmy Carter en 1976, Walter Mondale en 1984. Ocho de los diez últimos vencedores del caucus de ese estado obtuvieron luego la candidatura de su partido. Pero no es una regla. Mitt Romney, el aspirante republicano en 2012, obtuvo el segundo lugar en Iowa, y John McCain (2008) llegó cuarto.