Estadios medio vacíos, audiencias mediocres en la televisión y resultados decepcionantes del equipo nacional: Cuando faltan dos años para que Rusia organice el Mundial 2018, el fútbol está lejos de seducir a las masas en el país.
El problema es serio: según un sondeo reciente del instituto oficial VTSIOM, el 83% de los rusos no muestra ningún interés por el fútbol.
“Desafortunadamente es un hecho. Nuestros ciudadanos no acuden a los estadios y no siguen el fútbol por la televisión”, señaló recientemente el ministro de Deportes y presidente de la Federación Rusa de Fútbol, Vitali Moutko.
Una gran parte del problema son las deficiencias en las infraestructuras. Muchos de los estadios rusos sobreviven de la época soviética y sólo los más aficionados se atreven a acudir a estos recintos abiertos a los cuatro vientos con tribunas no cubiertas en un territorio con un clima tan duro como Rusia.
“Esta temporada la afluencia media a los partidos de la Premier League antes de la tregua invernal era de 11.000 espectadores”, señaló Serguei Priadkine, presidente de la Premier League de Fútbol Ruso (RFPL), en la página de internet de la institución.
Esta cifra, invariable en los últimos 20 años, se acerca a la afluencia media de los campeonatos de primera división de Bélgica o Suiza, lejos de los grandes torneos europeos.
Una gran parte del dinero destinado al Mundial 2018, cuyo presupuesto es de 6.315 millones de rublos (7.400 millones de euros), se dedicará a la construcción o renovación de los estadios.
“Pensamos que la afluencia media podría doblarse una vez que los nuevos estadios estén abiertos”, añadió Priadkine, que parece no recordar que cerca de la mitad de los estadios previstos para el Mundial no están dirigidos a equipos de la primera división.