Tropas rusas atacan hospitales. Fuerzas rusas y del gobierno de Damasco han atacado hospitales como estrategia de guerra en el conflicto sirio, una práctica que equivale a crímenes de guerra, denunció un grupo de defensa de los derechos humanos.
Amnistía Internacional dijo en un informe publicado el jueves que tiene “pruebas convincentes” de al menos seis ataques intencionados sobre instalaciones médicas en la región de Aleppo durante las 12 últimas semanas. En los ataques fallecieron al menos tres civiles, incluido un trabajador sanitario, y 44 más resultaron heridos.
En los días previos al alto el fuego parcial que entró en vigor el pasado viernes, Aleppo fue testigo de alguna de las batallas más duras del país, cando fuerzas del gobierno de Damasco, respaldadas por la aviación Rusia, cortaron una ruta de suministro de los rebeldes desde Turquía.
Amnistía dijo que los ataques a las instalaciones sanitarias buscaban facilitar el avance de tropas de tierra progubernamentales en el norte de Aleppo.
El 25 de diciembre, varios misiles hicieron impacto en el Hospital Bagdad de Hreitan, un poblado al norte de Aleppo, matando a un médico e hiriendo a 10 miembros del personal y 20 pacientes, dijeron a Amnistía un médico y otro miembro del personal. El ataque dejó el edificio destruido.
Algunas de las últimas familias que quedaban en Hreitan huyeron a medida que las fuerzas oficialistas avanzaron la ciudad en febrero.
“He vivido en Hreitan toda mi vida y nunca la he visto tan desierta”, dijo un padre de familia a Amnistía Internacional. “Los bombardeos destruyeron toda la infraestructura de la ciudad, incluyendo los hospitales, así que no podemos sobrevivir aquí porque no hay servicios”.
Rusia niega estar atacando civiles intencionalmente en Siria. El presidente sirio Bashar Asad también niega que sus fuerzas intencionalmente asedien a civiles, asegurando que la suya es una batalla sólo contra el terrorismo, pero agrega que “es una realidad conocida” que en la guerra, civiles mueren.
El grupo Médicos por Derechos Humanos registró 346 ataques contra instalaciones médicas a lo largo de los cinco años que lleva el conflicto, resultando en la muerte de 705 profesionales de la medicina.
Dijo que 315 de los ataques fueron realizados por fuerzas sirias o rusas. Un reporte del grupo el año pasado dijo que el gobierno sirio “violó sistemáticamente” el principio de la neutralidad para las instalaciones médicas.