Se profundiza crisis de medios en Argentina por cierres y despidos. El periodismo en Argentina quedó sumido en una crisis por el despido masivo de trabajadores y el cierre de medios, lo que favorece la concentración de las empresas más poderosas del sector y el predominio de un discurso que por ahora es afín al presidente Mauricio Macri.
En los últimos años, la prensa quedó dividida entre los medios opositores encabezados por el Grupo Clarín y los oficialistas que crecieron al amparo de los gobiernos de los ex presidentes Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa y sucesora, Cristina Fernández (2007-2015).
Los medios kirchneristas, sin embargo, jamás lograron el poder de penetración ni la influencia en la agenda pública que sí tenían Clarín, el multimedios más importante del país sudamericano, o el conservador diario La Nación.
El gobierno y la prensa opositora mantuvieron una guerra que cerró una etapa en noviembre pasado con el triunfo en las elecciones presidenciales de Macri, el candidato que fue apoyado por los medios que denostaban al kirchnerismo.
Desde entonces comenzó una sangría en los medios que eran oficialistas, en particular el Grupo 23, propiedad de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, empresarios que dejaron de pagar sueldos desde noviembre y que tampoco cubrieron aguinaldos.
Los trabajadores del diario Tiempo Argentino y de Radio América, que formaban parte de este multimedios, comenzaron a movilizarse hace tres meses, pero siguen sin tener respuesta de los empresarios ni del nuevo gobierno.
El reclamo es que el Ministerio del Trabajo revise y sancione la irresponsabilidad de la patronal, ya que ningún empresario debe dejar de cumplir con sus obligaciones laborales porque afecta los derechos de los trabajadores.
Las mismas demandas comenzaron a cercar a otro empresario kirchnerista, Cristóbal López, quien el lunes pasado despidió a 136 trabajadores, en tanto que en Crónica, un popular canal privado de noticias, hubo una veintena de despidos.
La víspera, Clarín reveló que López también planea dejar de editar la versión impresa del diario Buenos Aires Herald, un legendario periódico en inglés que es símbolo de derechos humanos, y uno de los escasos medios argentinos que nunca perdió el equilibrio informativo en su mirada.
En el ámbito estatal, el medio más afectado es Infojus, una agencia de noticias judiciales que ya despidió a más de la mitad de sus trabajadores, además de que más de 11 mil notas fueron eliminadas por orden del nuevo ministro de Justicia, Germán Garavano.
El caso afecta el acceso a la información y la libertad de prensa, por lo que la Procuraduría de Violencia Institucional ya le ordenó al Ministerio de Justicia un informe sobre los artículos borrados, en tanto que el Sindicato de Prensa de Buenos Aires interpuso un amparo para que la información sea nuevamente publicada.
Otra medida de empresas privadas que afectan la pluralidad de voces fue la decisión de Cablevisión (que pertenece a Clarín) de eliminar al canal Telesur, crítico del macrismo, de su servicio básico.