Adalberto Jordán apunta a ser el primer juez cubano en la Suprema Corte de EU. Adalberto Jordán, un juez federal de apelaciones confirmado dos veces por el Senado, podría ser el primer juez de la Corte Suprema de origen cubano si el presidente Barack Obama lo postula y es confirmado nuevamente.
Jordán, de 54 años, es uno de varios posibles nominados a suceder a Antonin Scalia, quien falleció el mes pasado. Obama dice que postulará a un sucesor a pesar de que los republicanos del Senado afirman que no considerarán una nominación hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre.
Nacido en La Habana poco después de la revolución comunista encabezada por Fidel Castro, Jordán emigró a Estados Unidos con su familia siendo pequeño, junto con otros miles de exiliados cubanos. Cursó estudios secundarios en una escuela católica de Miami y se recibió de abogado en la Universidad de Miami.
Conocido como “Bert”, Jordán ha sido fiscal federal, juez de distrito designado por el presidente Bill Clinton y ocupa una banca en el Tribunal de Apelaciones del 11mo Circuito desde el 2012. Es el primer cubano que desempeña ese cargo. También trabajó para la jueza de la Corte Suprema Sandra Day O’Connor y en un bufete privado por cinco años.
El Senado lo confirmó para el tribunal de apelaciones de Atlanta con 94 votos a favor y solo cinco en contra.
Durante las audiencias de confirmación, el senador Orrin Hatch le preguntó por sus puntos de vista sobre la imparcialidad de los jueces y si en sus dictámenes tomaba en cuenta sus sentimientos personales o sus creencias políticas.
“Todos somos seres humanos, desde ya, pero creo que un juez tiene que hacer todo lo posible por asegurarse de que decide un caso a partir de algo más que sus preferencias y sus puntos de vista, sin importar cuales sean”, respondió Jordán. “Siempre traté, y espero haber conseguido, de ser imparcial”.
Como juez de distrito, Jordán presidió una serie de casos sonados, incluidas las convicciones de los hermanos Héctor y Eduardo Orlansky por una defraudación bancaria de 164 millones de dólares. Los sentenció a ambos a 20 años de prisión. También dio a un grupo de liberianos una compensación por daños de 22 millones de dólares luego de que radicasen una demanda como víctimas de atrocidades bajo el gobierno de Charles Taylor, amparados en leyes estadounidenses contra la tortura.
En el 11mo Circuito, Jordán escribió una vez que los niños negros de Alabama no tenían argumento legal para radicar una demanda en torno a si las leyes del estado impedían recaudar dinero a los distritos escolares predominantemente negros. Jordán escribió que, “al margen de lo noble de una causa”, los tribunales no siempre son el sitio indicado para conseguir ayuda.
Jordán expresó opiniones disidentes en algunos casos notables, incluido uno en el que la mayoría del 11mo Circuito votó a favor de permitir la ejecución de una mujer condenada a muerte a pesar de que había ciertos cuestionamientos en torno a las drogas empleadas.
Dennis Kainen, abogado defensor de Miami y exdefensor público, afirma que Jordán es uno de los jueces más ecuánimes con los que ha trabajado. Un ejemplo, dijo, es que Jordán generalmente se refiere a los acusados de delitos por sus nombres, y no usando la fórmula tradicional “the defendant”, o “el acusado”.
“Tiene un comportamiento perfecto. No hay arrogancia, no hay ego”, dijo Kainen. “Creo que sería magnífico” como juez de la Corte Suprema, agregó. “Nunca escuché nada negativo sobre su temperamento o su conducta”.
De ser nombrado, aumentaría la mayoría católica de una Corte compuesta exclusivamente por católicos y judíos.