Sinfónica Nacional revive últimas palabras de Cristo en la cruz. En el marco del Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) ofreció un concierto en el que, como preámbulo a la Semana Santa, interpretó una de las obras más importantes escritas por Franz Joseph Haydn (1732-1809) a propósito de la conmemoración religiosa.
Se trató de “Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz”, que la OSN ejecutó con todo y dramatismo, su elocuencia y emotividad, bajo la portentosa batuta del británico James Burton, quien fue huésped de la agrupación sinfónica. Completó el cuadro la Schola Cantorum de Oxford y en conjunto, ofrecieron una noche inolvidable.
Ante un público entusiasta y ávido de verlo actuar, James Burton, reconocido como uno de los mejores directores ingleses de coro, dirigió la mencionada obra también proclamada como “Las siete últimas palabras de Nuestro Redentor en la Cruz”, de Haydn, así como “La confesión de Isobel Gowdie”, de James MacMillan, estreno en territorio mexicano.
Papel fundamental tuvo la Schola Cantorum de Oxford, uno de los coros más importantes del mundo en la actualidad. Fue fundado hace 56 años y ha sido dirigido por los maestros Yehudi Menuhin, Leonard Bernstein, Gustav Leonhardt, Colin Davis y Neville Marriner, entre otros, y su repertorio abarca desde Vaughan Williams hasta W.A. Mozart y Brahms.
La OSN ofrecerá el mismo recital este domingo a las 12:15 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. En ambos conciertos también toman parte la soprano Anabel de la Mora, la mezzosoprano Gabriela Flores, el tenor Juan Enrique Guzmán y el barítono Carlos López. Estos dos últimos son beneficiarios del Estudio de Opera de Bellas Artes.
En su oportunidad, James Burton, quien además es compositor y arreglista, señaló que las piezas del programa “son muy oportunas en esta temporada para conmemorar la Semana Santa y contribuir a despertar los buenos sentimientos entre los hombres”. Sobre la OSN dejó ver que tuvo la oportunidad de escucharla, en vivo, en diciembre del año pasado.
Consecuentemente, la química entre Burton, la OSN, y los cantantes mexicanos ocurrió durante los ensayos de la pieza sinfónica de MacMillan.
“Se trata de una obra diferente a las que he dirigido, de ahí que me sienta afortunado en traer música coral e instrumental de las islas británicas a este país, esperando que la disfruten tanto como yo”, pronunció.
Musicalmente, “La confesión de Isobel Gowdie” es una pieza inusual, a pesar de que el tema es profundamente religioso, de acuerdo el músico británico, quien como director del coro Hallé, en 2009 ganó el Premio “Coral Gramophone”, uno de los de mayor prestigio entre quienes están inmersos en el universo de la música coral alrededor del mundo.
Isobel Gowdie es el nombre de una persona real que fue acusada de brujería, por lo que fue brutalmente quemada en la hoguera tras hacer una confesión forzada. Su muerte, por lo mismo, fue en extremo violenta y por eso James MacMillan escribió un réquiem para el descanso eterno de su alma; la pieza recuerda por momentos los trabajos de Stravinski.
Esta obra ha sido bien recibida en Europa, donde impresionó al público cuando se tocó por primera vez en la BBC de Londres. Así, a partir del éxito de “La confesión de Isobel Gowdie”, MacMillan ha escrito alrededor de 200 partituras, y cada una de sus piezas, contiene un sentimiento de dignidad y representa un gran reto para los músicos.