Los péptidos con actividad biológica (PAB) derivados del colágeno y gelatina a partir de especies marinas poseen excelentes propiedades biológicas como son antioxidantes, antihipertensivas y anticancerígenas, dijo el especialista Hugo Enrique Ramírez Guerra.
El investigador del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA) de la Universidad de Sonora (Unison) señaló que los péptidos (moléculas formadas por la unión de varios aminoácidos) también contienen propiedades antimicrobianas y neuroprotectoras.
Asimismo, el científico indicó que inducen el crecimiento de tejido óseo y retardan el envejecimiento de la piel.
Mencionó que el colágeno marino comparte similitudes estructurales al de los mamíferos terrestres, sin embargo, el comportamiento fisicoquímico entre ambas proteínas difiere considerablemente en su estructura primaria.
Ello, refirió, permite a la molécula adoptar otras formas e interacciones fisicoquímicas distintas.
Dichas características, añadió, lo hacen atractivo y, a la vez, permiten emplearlo como un material tecnofuncional capaz de retener agua, ser soluble, gelificar, formar coloides, emulsiones y espumas estables.
Resaltó que esas propiedades se han aprovechado para la elaboración de alimentos funcionales.
“El colágeno marino, como el del calamar gigante, posee una termoestabilidad superior a la del bovino o porcino, característica que pudiera ser empleada en materiales de empaque biodegradable para alimentos”, anotó.
Consideró que la exploración científica de fuentes alternas como el colágeno marino, contribuirá a la generación de nuevo conocimiento útil y aplicable en biotecnología y otras áreas de interés científico.
El colágeno es el componente proteico mayoritario de la piel, tendones, ligamentos y hueso, con funciones estructurales y de soporte esenciales para todo ser vivo, que también se usa en la industria con fines nutricionales, tecnológicos y biomédicos, dijo Ramírez Guerra.
El que actualmente se obtiene a nivel industrial, informó, proviene en su gran mayoría de piel y huesos de mamíferos terrestres como el puerco y la res.
Sin embargo, el consumo de colágeno procedente de esas fuentes ha disminuido en los últimos años, por problemas asociados a los brotes de enfermedades como encefalopatía espongiforme bovina, fiebre aftosa y fiebre porcina.
Además, abundó el experto, también se han dejado de utilizar por aspectos socioculturales de algunos grupos religiosos y restricciones en su comercialización en algunos países, sobre todo los orientales.
Explicó que la proteína se utiliza para la elaboración de gelatina, alimentos funcionales, películas fotográficas, empaques biodegradables y productos de cosmetología, entre otros.