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Acuerdo histórico con el Estado Islámico en Siria. Al mismo tiempo, 250 habitantes de Foua y Kafraya, aglomeraciones chiitas en la provincia de Idleb cercadas por rebeldes islamistas, van hacia Damasco y la provincia de Latakia, bastión del régimen situado en la costa.
Estas evacuaciones se realizan de manera paralela con el envío de la ayuda humanitaria a esas ciudades.
Más de cuatro millones de personas en Siria viven en regiones asediadas o de difícil acceso para la ayuda humanitaria.
Otro acuerdo inédito entró en vigor entre los rebeldes, el régimen y los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), en Dmeir, localidad situada a 40 kilómetros al noroeste de Damasco, según la OSDH. De esta manera, 500 combatientes del EI y su familia pudieron salir de esta localidad, donde el grupo yihadista controlaba varios sectores, para dirigirse más al este a Raqa y Deir Ezzor, dos de sus bastiones.
Solo quedan en Dmeir combatientes del EI que habían atacado esta ciudad hace dos semanas y secuestrado parte de los empleados de una cementería antes de soltarlos.
El EI y el Frente al Nosra, brazo sirio de Al Qaida, no son incluidos en el acuerdo sobre el cese de las hostilidades entre el régimen y los rebeldes, que entró en vigor el 27 de febrero por iniciativa de Estados Unidos y Rusia.
Después, las violaciones aumentaron y aunque ninguna de las partes ha afirmado que la tregua está muerta, sí parece agónica.
En la provincia septentrional de Alepo y en la de Idleb,se llevan a cabo combates. Este jueves, la aviación del régimen bombardeó localidades en la provincia central de Homs.
Aunque Estados Unidos y Rusia tratan a toda costa de mantener el alto el fuego y las negociaciones intersirias de Ginebra, estas últimas también pasan por mal momento.
La mayoría de los negociadores de los principales grupos de la oposición reunidos en el seno del Alto Comité de Negociaciones (HCN) abandonaron Suiza, pues consideran “inaceptable” continuar discutiendo con el régimen, al que acusan de masacrar a los civiles. Su portavoz, Munzer Makhos, precisó, sin embargo, que la oposición “no boicotea las negociaciones, pero que sí había pedido un aplazamiento o una suspensión” de las mismas.
Para el máximo responsable de la delegación del régimen, Bashar al Jaafari, esta salida de los opositores es algo bueno. “Al irse, tal vez levantaron el principal obstáculo” a las negociaciones, afirmó.
Acuerdo histórico con el Estado Islámico en Siria

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