Los ministros de la zona euro presionaron este viernes a Atenas por sus reformas necesarias para avanzar en las negociaciones sobre una reestructuración de su abultada deuda.
“Apuntamos a una próxima reunión de ministros de Finanzas de la zona euro el jueves para concluir la evaluación de las reformas en Grecia”, dijo el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, en conferencia de prensa en Ámsterdam al término de una reunión de los 19 ministros de la zona euro. “Hubo avances sustanciales (…). Estamos muy cerca de un acuerdo sobre la reforma de las pensiones”, añadió estimando sin embargo que “aún falta trabajo”.
Los representantes de los acreedores de Grecia -Unión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional- se encuentran en Atenas para concluir la primera auditoría del programa de rescate pactado el verano pasado.
Un nuevo desembolso de este programa está supeditado a la conclusión de la primera revisión del programa y a las reformas reclamadas.
Grecia debe saldar en julio vencimientos por unos 2.300 millones de euros con el BCE correspondientes al segundo programa de rescate de 2012.
Finalizar con esta etapa, que los ministros presionaron para que suceda antes del próximo jueves, permitirá “comenzar las discusiones sobre la sostenibilidad de la deuda”, precisó Dijsselbloem. Los ministros de la zona euro están de acuerdo en iniciar el debate sobre cómo aliviar la abultada deuda griega, que asciende al 180% del PIB, dijo Dijsselbloem dejando en claro que una quita estaba descartada.
“Creo que no se necesita una quita, y el valor nominal de la deuda no debe alterarse”, estimó la directora gerente del FMI, Chistine Lagarde, que asistió a la reunión del Eurogrupo. Lagarde consideró no obstante como “crucialmente importante” la sostenibilidad de la deuda de Grecia, que junto a las reformas constituyen las bases del programa para el país heleno.
Para avanzar en este debate, y mantener al FMI dentro del programa, los acreedores de Grecia quieren que Atenas planifique una serie de reformas calificadas de “contingencia”. Este nuevo paquete sería utilizado en el caso de que Grecia no logre alcanzar el objetivo fijado de un excedente fiscal primario del 3,5% para 2018, cuando llega a término su programa de rescate. Estas medidas, para ser consideradas como serias, deben ser “legisladas”, precisó Dijsselbloem.
La discusión sobre la deuda fue una de las únicas concesiones que obtuvo el primer ministro griego, Alexis Tsipras, en las negociaciones del verano pasado sobre el tercer rescate financiero a Grecia de 86.000 millones de euros.
El espinoso debate sobre la deuda de Grecia está abierto, a pesar de las resistencia de Alemania. “Este tema no es la prioridad y no nos tiene que desviar la atención sobre lo que hay que hacer”, dijo el ministro alemán, Wolfgang Schauble, al llegar a la reunión, refiriéndose a las reformas pendientes.
Como Dijsselbloem, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, estimó que la conclusión de la primera revisión del programa está cerca. “Nos acercamos a una solución (…) positiva”, estimó Moscovici.
El mismo ministro griego, Euclides Tsakalotos, consideró que la mayoría de los problemas estaban resueltos. “Quedan algunos detalles por discutir en los próximos dos días, pero nadie [en la reunión] consideró que no se cumplió con el paquete”, dijo Tsakalotos. Para el ministro griego “es absolutamente crucial que todo el paquete, sobre la deuda y las reformas, envíen una clara señal a la UE, a los ciudadanos griegos, a los inversores griegos e internacionales de que Grecia dio vuelta la página”. Esto permitirá “terminar con un círculo vicioso para entrar en un círculo virtuoso”, estimó.