Cerrar las fronteras para frenar la pandemia de gripe A es “como querer tapar el sol con un dedo”, dijo en una entrevista Mirta Roses, jefa de la OMS para América, en vísperas de una conferencia mundial sobre el tema en México.
La reunión, que congregará a ministros de salud y especialistas de todo el mundo en Cancún el jueves y el viernes, está concebida como un mensaje de solidaridad con el país donde se confirmaron los primeros casos de la enfermedad.
En ella se analizará lo que ha funcionado y lo que no contra la nueva enfermedad, cuando el virus AH1N1 se ha implantado cómodamente en el recién estrenado invierno del hemisferio sur, desde donde se espera que salte de nuevo al norte en el otoño boreal.
El resultado del virus ha sido decenas de muertes en el Cono Sur, particularmente en Argentina, donde Graciela Ocaña dimitió como ministra de salud bajo el peso de 30 fallecidos por causa de la gripe A.
El virus inevitablemente continuará extendiéndose, según Roses, la médica argentina que dirige la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la filial del continente americano de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De hecho, en Chile un 80 por ciento de los casos de gripe es causado por el nuevo virus, que parece desplazar a sus pares ya conocidos, según Roses.
En ese país han ocurrido 12 muertes y hay más de 6.000 contagiados, según las cifras del Gobierno.
Brasil ha recomendado que los niños pequeños, las personas mayores e individuos con el sistema inmunológico debilitado no viajen a Argentin, Chile y México, entre otros países, por el riesgo de contraer el virus AH1N1.
Sin embargo, para Roses este tipo de medidas “es como querer tapar el sol con un dedo”, especialmente dado que hay una etapa en que una persona que porta el virus no manifiesta síntomas.
“Comprendemos que los países sin casos estén esperanzados en que no llegue. Poquito a poco a cada uno de ellos les ha ido llegando”, dijo Roses.
Así, por ejemplo, Argentina recomendó a sus ciudadanos no viajar a México cuando se inició el brote de gripe y ahora es el país del Cono Sur más afectado.
Según la OMS, el número de casos confirmados supera ya los 70.000 en todo el planeta, aunque la cifra verdadera es mucho más alta, según Roses, debido a que en algunos países ya no se intenta diagnosticar con precisión a los enfermos de gripe A, dada la expansión extraordinaria del virus.
Mejor que intentar cerrar las fronteras en un mundo en constante movimiento, la jefa de la OPS pide que se aprendan las lecciones de México.
Roses alabó la “calma” con la que las autoridades de ese país trasmitieron “confianza e instrucciones claras a la población” cuando se constató en abril la presencia del virus.
Esa es un área que deben “fortalecer” otros gobiernos, dijo diplomáticamente la directora de la OPS. América Latina también debe prestar más atención a las zonas rurales, que tienen menos acceso a servicios de salud, alertó Roses.
Destacó también que el avance del virus AH1N1 es, por ahora, imparable, y que lo importante es seguir las recomendaciones básicas, como lavarse bien las manos, acudir al hospital si se siente enfermo y quedarse en casa si lo está.
Además, el personal sanitario debe extremar la higiene para evitar que los hospitales, en vez de ser lugares de cura, se conviertan en sitios de contagio.
Argentina, como también hizo México en su momento, ha recurrido al cierre generalizado de escuelas para contener la epidemia, pero Roses pidió precaución al adoptar esa medida.
La clausura de las aulas “muchas veces genera problemas sociales más graves” que el que se intenta evitar, alertó la doctora, quien apuntó que muchos niños dependen del desayuno que reciben en la escuela, por lo que si se cancelan las clases se deberá crear un mecanismo para que aún lo tengan.
Precisó que las familias pobres frecuentemente no pueden permitirse el lujo de quedarse en casa con los menores y no asistir a trabajar, advirtió Roses