Cuando a un mexicano se le pregunta en qué piensa cuando escucha la palabra corrupción, inmediatamente lo relaciona con los políticos y funcionarios públicos; la percepción cambia cuando se le pregunta sobre sobornar o poner un diablito en el medidor de la luz para pagar menos por el consumo. Eso lo califica como un acto de “astucia”.
Este es uno de los hallazgos de la investigación realizada por la organización Opciona, que incluyó el análisis de 16 grupos de enfoque, una encuesta representativa nacional y un estudio etnográfico.
El estudio realizado entre septiembre de 2015 y febrero de 2016, demostró que los mexicanos sólo ven la corrupción en los demás: 96% respondió que participa poco o nada en actos corruptos.
A decir de la organización Opciona, cuando confrontaron a los encuestados con la posibilidad de que ofrecer una mordida para pasar la verificación, poner un “diablito” en el medidor de la luz y contratar a un familiar en el trabajo sean actos corruptos, la reacción fue exactamente contraria.
Los encuestados explicaron que esos casos son ejemplo de “astucia”, “audacia” e “ingenio”. En cambio, 79% de los encuestaos relacionó la corrupción con el gobierno en general, la policía, los gobernantes y burócratas.
A la pregunta de cuáles son las mayores afectaciones derivadas de la corrupción, los encuestados respondieron que hay más delincuencia común, problemas económicos, que existan malas autoridades (policías y funcionarios públicos) y nepotismo, entre otras.
En la encuesta aplicada por la empresa Votia, los mexicanos ubican a la corrupción como el cuarto problema más preocupante en el país, con 8% de las menciones. El principal problema, dijeron, es la inseguridad (29%), seguido de la economía (18%), la delincuencia común (10%).
Para combatir la corrupción, dijeron los encuestados, la principal acción debe ser “educar a los niños y jóvenes para que en el futuro no cometan actos de corrupción”.
Como segunda acción está imponer “sanciones duras para políticos y gobernantes que cometan actos de corrupción” y por último, también sancionar a los ciudadanos corruptos.
Sin embargo, señalan que el gobierno es el principal responsable de la lucha contra la corrupción en el país (24%), mientras que 20% consideró que le corresponde a los ciudadanos y 14% dijo que es responsabilidad del presidente de la República.