Es el poeta, cantautor, pintor, hombre de arte, Luis Eduardo Aute está hospitalizado, permanece en estado de coma desde el 8 de agosto luego de sufrir un infarto, la próxima semana cumplirá 73 años de edad, el 13 de septiembre. Una de las canciones que más le gustan a Bolívar Roblero, nuestro coordinador del noticiario, por eso nos la puso para subrayar el tamaño de este artista
Y René Franco le pone la cereza con su comentario a la importancia de Luis Eduardo Aute. ¿Cómo estás?
Rene Franco, colaborador: Buenas noches, sorprendido porque hasta que me habló Bolívar yo no sabía que ya estaba en coma.
Sí, hoy se anunció que entró en coma, incluso desde el 8 de agosto.
Sí para entonces estaban anunciando qué fue lo que sucedió después del infarto porque nadie sabía bien lo que estaba pasando y si lo estaban anunciando quiere decir que las cosas no van bien. Ahora ¿qué hacemos con Aute? Es demasiado grande como para que quepa en dos minutos de comentario. ¿Qué hacemos? ¿Te digo algunas canciones, te recomiendo algunas canciones? ¿Te digo de su origen?
¿Por qué no lo hacemos en dos partes? Comienza y el primer tiempo y vamos al descanso y regresamos en el segundo tiempo.
Mira, él no nació en España, él nació hasta donde yo sé en Manila, Filipinas, porque su padre era español, catalán, pero se fue a vivir a Filipinas y allá nace.
La mamá de Aute, Amparo era una mujer filipina pero ascendía de españoles, era hija de hombre de Valencia y mujer de Santander. Entonces él estudió en Filipinas, después se regresó a los ocho años a Madrid y ahí fue donde tuvo el resto de su educación; educación que le permite ser uno de los compositores más prolijos del idioma español en cuanto a la música.
Una de las características de Aute, incluso mejor que Serrat, es la coherencia sintáctica de sus canciones. Ahorita estabas oyendo “Sin tu latido”, por ejemplo, que tiene un acento cambiado. Yo creo que Aute compuso eso pues ya en los años 70 y la verdad es que yo creo que él mismo no se perdonaría después con el tiempo esa composición. ¿Por qué? Porque fue cada vez mejorando más y más. Disco ras tras disco fue acumulando una tropa de fanáticos que lo seguimos incesantemente durante años y que algún día nos sorprendimos cuando nos dimos cuenta que un éxito de una mujer que se llamaba Massiel, que era “Rosas en el mar”, casi nadie sabe que es de Aute.
Y también que el disco de Massiel que tenía una canción llamada “Aleluya” pertenece a la serie de Aleluyas que después fueron haciendo la discografía de Aute a lo largo de los años. Hace aproximadamente unos ¿qué serán? Cinco años, creo “Auteretratos” volumen uno, volumen dos, volumen tres y vino a presentarlos a México con una de las mejores agrupaciones de música creadas en España que sonaban en vivo tan increíblemente y que era él mismo, él se estaba haciendo sus “Auteretratos” de sus propias canciones en otros arreglos.
Si alguien quiere entrarle de Aute puede empezar por ahí, por los “Auteretratos” y por algunos otros discos que compuso. Si alguien quiere una conexión con México, sin duda tiene escuchar la canción “Cinco minutos”, que fue compuesta en Tepoztlán en “la noche de un suave infierno de diablos borrachos -así lo describió él mismo- bajo el sombrero de un árbol de estrella brotaban corridos de amores quemados bajo el volcán”.
Déjanos ir a corte por favor con alevosía de Luis Eduardo Aute y regresamos contigo. No nos dejes por favor.
(Fondea la canción “La belleza” de Luis Eduardo Aute)
René Franco, la belleza, la belleza, además así se llama la canción.
Bueno lo que pasa, es que esta canción es particular, probablemente sea una de mis favoritas, es una de mis favoritas de Aute, no sé si la favorita, lo que sí es que es un ejemplo perfecto de cómo versifica este hombre, se refiere a todos los reptiles del mundo que no lo son, ya sabes, corruptos y demás, “míralos como reptiles al acecho de la presa, negociando en cada mesa maquillajes de ocasión, siguen todos los raíles que conduzcan a la cumbre, locos porque nos deslumbre su parásita ambición, antes iban de profetas y ahora el éxito es su meta, mercaderes, traficantes, más que náusea dan tristeza, no rozaron ni un instante la belleza”.
Y la belleza era algo muy valioso para Aute. Tengo una anécdota personal de hace menos de seis meses, Aute en la cabina de Fórmula del 104.1 en el programa “La taquilla” y yo platicando precisamente de este tema con él y de cómo llevar a la palabra sin la música sus letras se engendraban por sí mismas y quedan perfectamente de pie sin ninguna otra necesidad. Ahí donde Serrat acabó para siempre la posibilidad de leer “Cantares de Machado”, porque la terminó, tú ya no puedes leer “Cantares” sin cantares, ya no puedes leer “todo pasa y todo queda pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar”.
Pero en el caso de Aute es al revés, Aute las empezó como canciones y hay que desnudarlas a veces para entender la profundidad de lo que está escribiendo. “Y me hablaron de futuros fraternales, solidarios, donde todo lo falsario acabaría en el pilón y ahora que se cae el muro, ya no somos tan iguales, tanto vendes tanto vales, viva la revolución. Reivindico el espejismo de querer ser uno mismo, ese viaje hacia la nada que consiste en la certeza de encontrar en tu mirada la belleza”.
Y Aute, y así declaro yo, se conmovió y agradeció en ese momento al locutor que hoy te habla, diciéndome que había sido un gran instante para él que alguien leyera al aire uno de sus textos sin música. Tal es la canción, tal es la capacidad de este hombre y si quieren conectarlo con México, les insisto en “Cinco minutos” del disco “Aire invisible” de 1998, probablemente…
Ya la tienes de fondo.
Ponla, ponla.
(Se escucha la canción “Cinco minutos”)
Qué tal, qué tal.
Luego dice “Cuando llegaste, de pronto una luz de luna escarlata cayó en catarata desde una pirámide”, ¿quien llegó? Katy Jurado, Katy Jurado que nació en Cuernavaca y que de pronto se aparece en la tertulia de Aute y dice “sobre tu pecho colgaba un cruz y como un consuelo arropaba tu duelo el calor una clámide y nos dijiste ‘permítanme, voy a quedarme cinco minutos, cinco minutos los que me quedan y olvido el luto, cinco minutos, cinco y no más'”.
La historia es real, así como cuando compuso “Hafa Café”, la historia es real, en el caso de “Cinco minutos”, Katy Jurado dijo “me voy a quedar solo cinco minutos”, y esos minutos tomaron tequila, cantando, riendo, llorando a la luna de Tepoztlán y los relojes huyeron del tiempo. Súbele.
Gracias René Franco, fuerte abrazo y que mejore Aute, si es que esto es posible.
Y si no, mejor imposible. Un abrazo Pepe.