Hay historias en México que no solo desconocemos sino también, muchos desean que olvidemos, una de ellas es la del Cuartel Madera.
Sucede que cincuenta años después del asalto al Cuartel Madera y del inicio de los grupos insurrectos en el país, de acuerdo con la investigación presentada por la periodista Dora Villalobos, la situación social en este municipio enclavado en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, es incierta y gobernada prácticamente por los cárteles de la droga.
Muchos han hablado de que en Chihuahua por su vasto territorio no se ve que pase algo malo, error, hay videos que los propios grupos delictivos suben y donde se les ve en grande caravanas de camionetas llenas de gente armada donde se les transporta de un lado a otro de la sierra solo con el fin de proteger algún cargamento de droga o hacer un movimiento de algún líder del narcotráfico.
En el marco del 50 aniversario del ataque al Cuartel Madera, se presenta este libro y en el cual se habla de que el tema del Cuartel Madera no debe ser olvidado.
Relata la periodista Villalobos, que hoy en día los habitantes del municipio se dedican a lo suyo, hay maestros, comerciantes, profesionistas, burócratas, empresarios, agricultores (los menos ya que el campo no es seguro según dicen ellos mismos no solo por el narcotráfico sino también, porque no paga lo suficiente para mantener una familia) y ejidatarios, pero siempre son flanqueados por integrantes del crimen organizado que cuidan todas sus actividades, ya sea para extorsionarlos o secuestrarlos.
Cuartel Madera esta siempre bajo una tensa calma, se sabe quién entra y quién sale, está siempre vigilado por integrantes de las bandas del narcotráfico durante el día y la noche, como muchos otros puntos del país, como por ejemplo Tamaulipas que ha demostrado tener redes alternas de video vigilancia con cámaras de muy buena calidad colocadas en puntos estratégicos de los municipios y así pasar desapercibidos en las tareas de halconeo.
El Cuartel Madera continúa en el mismo sitio, pero los militares se dedican a labores de destrucción de plantíos de mariguana y amapola, por lo que los narcotraficantes conviven tranquilamente con todos los habitantes del poblado.
La simbiosis parece extraña, pero es así, como mucha gente lo ve tan lejano y la historia actual es diferente a la de la guerrilla de hace 50 años, nadie se fija, no hay noticias nuevas ni tampoco ruido al exterior, Cuartel Madera simplemente es un municipio más en México donde se vive y convive con el crimen organizado como si fuera el vecino que saludamos cada mañana.
En el Cuartel Madera no hay una fuerza federal ni estatal permanente, por lo que la policía municipal prácticamente no puede hacer nada ya que se sabe rebasada, así que atiende casos menores.
Para que los que hemos seguido la historia del crimen organizado en México sabemos que en muchas latitudes del país las policías municipales están conformadas en ocasiones por no más de un puñado de personas que se encargan de todo tipo de labores, cuando llega un grupo armado del crimen organizado, usualmente narcotráfico, hay una negociación denominada PP, plata o plomo, en ocasiones para hacerse presentes matan al director de seguridad del municipio y le presentan al alcalde el sucesor que simplemente esta coludido con ellos.
La situación no es muy diferente en Cuartel Madera o en muchos otros puntos del estado, ya que los municipios no pueden hacer mucho contra el narcotráfico.
La guerrilla en el Cuartel Madera ha cambiado simplemente a llamarse crimen organizado, en México antes solo se le daba paso a la droga ahora la producimos ya que los líderes del narco han demostrado su punto, el país es tan grande que las fuerzas federales, estatales y municipales no logran controlarlo en su totalidad así que estos puntos ciegos o de difícil acceso que mejor sean controlados por ellos donde pueden sembrar su droga casi en la paz y tranquilidad del mundo.
El gobierno mexicano tiene detectados ciertos grupos de diferentes cortes como anarquistas, guerrilleros, narcotráfico etc. que desearían desestabilizar el país llevarlo a un caos y sacar de ahí su propio beneficio, de esta manera Cuartel Madera se ha convertido en un icono que hace a muchos reflexionar sobre las tareas que hay en México en materia de inteligencia, hace 50 años fueron ocho combatientes los que perdieron su vida por defender sus ideales pero hoy en día son miles de mexicanos los que pierden la vida solo por querer defender su modo y estilo de vida, solo por querer tener un poco de bienes, ya sea en manos de secuestradores o del narcotráfico, extorsionadores y criminales que cobran derecho de piso hacen que pensemos en donde hemos perdido el rumbo.
El gobierno federal tiene la irrestricta tarea de garantizar la seguridad y la paz en todo el país pero la situación se torna con claros oscuros en el momento en que no puede dominar el territorio completo, hay zonas en las cuales no hay posibilidad de acceso como no sea a caballo o en vehículos todo terreno y que nadie desea entrar ya que se sabe perfectamente que los grupos delictivos dominan la zona.
El libro que habla de estos hechos muestra que Cuartel Madera no debe ser olvidado pero a la vez, debemos ver la cruda realidad que hay no solo ahí sino en México sobre la lucha que se libra cada momento contra el crimen organizado, llámese bandas de secuestradores, narcotráfico, trata de personas, etc.