Georgia y Rusia acordaron abrir su frontera terrestre, tres años después de haberla cerrado y más de un año después de la guerra que ambos países protagonizaron en agosto de 2008, informó el jueves la cancillería georgiana.
Los dos países alcanzaron un acuerdo para volver a abrir el paso Verjni Lars, cerrado desde 2006, precisó el viceministro de Relaciones Exteriores, Nino Kalandadze.
Ese es el único paso fuera de las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, que motivaron la guerra de 2008 y cuya independencia fue reconocida desde entonces por Rusia.
“Se ha tomado la decisión de volver a abrir (la frontera)”, dijo Kalandadze.