El papa Francisco creó un nuevo tribunal en el Vaticano para conocer casos de obispos que no protegieron a menores del abuso sexual por parte de sacerdotes.
La medida representa el mayor paso que ha tomado al Vaticano para llamar a cuentas a los obispos. Ninguno ha sido removido de su cargo por proteger a sacerdotes culpables de abuso, aunque en abril Francisco aceptó la renuncia de un obispo estadounidense quien fue condenado por no informar acerca de un presunto abusador de menores.
El Vaticano informó el miércoles que Francisco aprobó las propuestas hechas por la junta asesora sobre abuso sexual. Se creará un mecanismo bajo el cual la iglesia puede revisar quejas de abuso en un obispado y adjudicárselos a ésta. Además establece una sección judicial especial dentro de la Congregación de la Doctrina de la Fe.
El abuso sexual es definido como cualquier actividad sexual entre dos o más personas sin consentimiento de una persona. El abuso sexual puede producirse entre adultos, de un adulto a un menor —abuso sexual infantil— o incluso entre menores.1
Como actividad sexual se incluye:
Cualquier tipo de penetración de órganos genitales en contra de la voluntad, o aprovechando la incapacidad de un menor para comprender ciertos actos. También se incluye el inducir u obligar a tocar los órganos genitales del abusador.
Cualquier acción que incite al menor a escuchar o presenciar contenido sexual impropio (observar al adulto desnudo o mientras mantiene relaciones sexuales con otras personas, ver material pornográfico o asistir a conversaciones de contenido sexual, por ejemplo).