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Carin

ÁGORA por Carin

By noviembre 22, 2010No Comments

En la Antigüedad, los filósofos griegos del período cosmológico se preguntaron por el origen de todas las cosas. El Arché, más que el origen, se refería al gobierno de las cosas.

De esta manera distintos filósofos establecieron como principios materiales y metafísicos en la genealogía del mundo los llamados cuatro elementos. Así, Tales de Mileto, matemático y filósofo, considerado el padre de la filosofía griega, estableció que el origen de todas las cosas era el agua. Esto no debe sorprendernos ya que el agua determinaba â??como aun hoy lo hace- situaciones de importancia fundamental como el hecho de que la vida sin agua es insostenible y era un medio de importancia indiscutible respecto del comercio que se desarrollaba por el mar.

Eráclito de Efeso sostuvo que el origen o gobierno de todas las cosas estaba en el fuego. Y es que el fuego presenta una posibilidad para el cambio, lo que era fundamental en el pensamiento progresista del filósofo quien estaba a favor del movimiento (como en el caso contrario lo estaría un filósofo como Parménides de Elea)

Por su parte Anaxímenes de Mileto manifiesta que dicho principio debería ser el aire. Al respecto existen discrepancias sobre el sentido que el filósofo en comento quiso darle a dicha palabra, es decir, ¿se refería al aire que respiramos y sin el cual es imposible la vida?, o ¿al espíritu? En el primer caso la importancia del aire es indiscutible aunque no es una idea que pueda trascender â??filosóficamenteâ? y, en el segundo caso, estaríamos ante el primer filósofo espiritualista. Nada podemos afirmar sin embargo.

En cuanto al elemento tierra, éste no fue definido por alguien en particular. Empédocles de Agrigento afirmó que de la unión de los cuatro elementos (agua, fuego, aire y tierra) surgía la vida y de su separación, la muerte. Naturalmente Empédocles matiza en mayor forma lo antes expresado, sin embargo quede lo dicho como expresión de la reunión de los cuatro elementos.

Finalmente la propuesta anterior fue insuficiente y es el gran fundador de la lógica, Aristóteles, quien determinaría un elemento más: el éter. Ã?ste â??último elementoâ? será abolido a través de los importantísimos trabajos que en el siglo XIX desarrollaría el gran físico escocés James Clerk Maxwell.

* Carin es amante de los números, estudioso de la filosofía, abogado y amigo de El Enigma. Columnista de Solo-Opiniones

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