La compañía Air France pretende descargar la responsabilidad ante la justicia en el fabricante aeronáutico europeo Airbus por una posible avería en su avión que se estrelló el 1 de junio de 2009 cuando cubría la ruta Río de Janeiro-París, reveló hoy ‘Libération’.
El diario francés publicó un informe entregado por Air France a finales de septiembre a la juez instructora que investiga en Francia el accidente en el que perdieron la vida los 228 ocupantes del A330, en el que la aerolínea detalla que Airbus hizo oídos sordos a las alertas que le había enviado sobre los incidentes que estaba constatando con las sondas Pitot.
Esas sondas que miden la velocidad, fabricadas por la compañía francesa Thales, y que no funcionaban cuando el avión se estrelló en el Atlántico por haber quedado cubiertas por una capa de hielo, habían presentado ese mismo tipo de problemas en una quincena de ocasiones en los diez meses que precedieron al siniestro en otros aviones de Air France, que había advertido a Airbus.
En el documento entregado a la juez Sylvia Zimmermann, el abogado de la compañía francesa Fernand Garnault, se queja de que los numerosos avisos enviados al fabricante aeronáutico se quedaron “sin recomendaciones ni soluciones perennes que paliaran ese problema” pese a que estaba al corriente del carácter “crítico y de la peligrosidad de esas averías”.
Garnault justifican la pertinencia de su memorándum por el “carácter injusto” de los ataques de que es objeto Air France por parte de las familias de las víctimas y de los pilotos, que le reprochan no haber hecho nada para solventar los problemas con las sondas.
De acuerdo con el intercambio de mensajes entre Air France y Airbus divulgado por ‘Libération’, la compañía alertó por primera vez al fabricante del avión el 30 de julio de 2008 tras haber constatado dos incidentes en mayo y julio de ese año.
En septiembre de 2008 vuelve a la carga señalando que “los numerosos casos ocurridos en los cuatro últimos meses representan una gran inquietud para Air France porque está en juego la seguridad”.
Airbus confirma que “la causa fundamental (de los incidentes) es el bloqueo de la sonda Pitot debido a una rápida acumulación de cristales de hielo”, pero trata de tranquilizar a su cliente insistiendo en que las sondas de Thales “cumplen o exceden las exigencias reglamentarias”.
Airbus desaconseja cambiar las sondas de Thales por las del estadounidense Goodrich porque no se han hecho los test y no podría aprovisionar para sustituirlas en todos los aviones, y propone utilizar unas nuevas concebidas también por Thales.
Las autoridades europeas de la seguridad aérea decidieron tras el accidente la sustitución de las sondas Pitot AA de Thales por las de Goodrich.
A la espera de una reacción de Airbus, las razones de esta maniobra de Air France hay que enmarcarlas en los procedimientos judiciales que pueden terminar en el establecimiento de responsabilidades y la fijación de indemnizaciones para las familias de las víctimas.
La justicia brasileña ya ha dictaminado en el caso de una de ellas y ha condenado a Air France a pagar 1,15 millones de euros. En Brasil hay una cuarentena de procedimientos abiertos, y otros tantos en Estados Unidos, donde los tribunales llegan a establecer indemnizaciones de hasta cuatro millones por persona.
El Gobierno francés anunció ayer que en febrero pondrá en marcha una nueva campaña de búsqueda de restos del avión de Air France siniestrado en el Atlántico, la cuarta que se llevará a cabo.
En las tres primeras se recuperaron algunos restos del avión y medio centenar de cadáveres, pero no las cajas negras del aparato, fundamentales para aclarar las circunstancias del accidente.
En sus conclusiones preliminares, losliberation, investigadores han señalado que el problema de las sondas de velocidad pudo influir en el accidente, pero que ese motivo por sí sólo no permite explicar el siniestro.