OHL es una empresa española que se ha venido a acantonar en México con una serie de obras que para que le cuento, ha sido famosas no solo por sus cobros sino también porque esta tan cercana a Enrique Peña Nieto que ya va siendo hora de que alguien investigue el tema puesto que es un bolso sin fondo en la credibilidad del presidente.
El precio de las acciones de la filial mexicana de OHL comenzó a subir el día que Enrique Peña Nieto ganó la elección presidencial, mucha gente los sabia tan cercanos a ambos que dijeron, van a hacer tantos negocios que vale mucho la pena invertir al menos por los próximos años.
Carajo y sabiendo todo esto ¿nadie siquiera tiene dos dedos de vergüenza para poner un alto o no ser tan pinches descarados?
Los mercados financieros predecían buenos tiempos para la constructora española en México.
Desde el mismísimo momento en que nuestro presidente mexiquense tomó posesión como el titular del ejecutivo federal, OHL empezó a ganar licitaciones de importantes obras públicas del gobierno federal, lo que se traduce inmediatamente en hincharse de negocios, ser agraciada con una cartera de negocios en otras entidades etc. etc. etc.
Nadie en OHL y en los Pinos pudieron imaginar que esto tendría quizá fin antes del sexenio, hasta que aparecieron grabaciones ilegales de los altos ejecutivos de la empresa donde daban cuenta de una historia de contubernio entre OHL y funcionarios públicos en obras concesionadas.
Dejemos a un lado el problema de que es ilegal grabar a las personas y que los agraviados ni siquiera presentan una denuncia penal, OHL no está siendo investigada como no sea por los medios de comunicación y el presidente Enrique Peña Nieto que según algunos (que hacen encuestas para el periódico Reforma) tiene su popularidad en el 15 por ciento, se hace de la vista gorda.
Pues así como no quiere que la gente siga pensando que las instituciones son simplemente basura.