Mientras en Sudáfrica las autoridades de seguridad constantemente repiten que no existe una “amenaza latente” contra la seguridad de la Copa del Mundo, esta semana la revista Mushtaqun Lel Paraíso publica un comunicado de Magreb Islámico, una rama de Al Qaeda, donde se amenaza con ataques explosivos en los estadios del Mundial.
“Qué increíble sería que cuando retransmitiesen en directo el partido entre Estados Unidos-Inglaterra, en un estadio repleto de espectadores, retumbara en las tribunas el sonido de una explosión. Todo el estadio se pondría patas arriba y el número de cadáveres se contaría por cientos, si Alá quiere”, dice el comunicado que reproduce la cadena estadunidense CBS.
Aparte de Estados Unidos e Inglaterra, Francia, Alemania e Italia figuran en la lista de objetivos de esta organización.
De hecho, dejan abierta la posibilidad de atentar contra cualquiera de las 32 selecciones participantes.
“Todos los países forman parte de la campaña cruzada sionista contra el Islam”, señala la declaración.
La nota es en extremo desafiante y señala que no temen a los fuertes controles de seguridad que dispongan las autoridades sudafricanas o la colaboración de Estados Unidos en la protección.
“Todos los controles de seguridad y aparatos de rayos que Estados Unidos enviará después de leer esta declaración no serán capaces de detectar explosivos como éstos en los estadios por una simple razón que anunciaremos en su momento”, afirman