Una vía amplia e iluminada, sin semáforos, intersecciones o tráfico. El sueño de los ciclistas podría convertirse pronto en realidad en varias ciudades alemanas, que están desarrollando proyectos de ‘autopistas’ para bicicletas con el objetivo de descongestionar el tráfico.
En la cuenca del Ruhr (oeste), se inauguró a finales de noviembre una ciclovía de cinco kilómetros como parte de un ambicioso proyecto de más de cien kilómetros entre Duisburgo y Hamm. El proyecto, liderado por Martin Tönnes, de la Asociación Regional del Ruhr (RVR), planea conectar diez aglomeraciones, incluyendo Bochum y Dortmund, y cuatro universidades, pasando en parte por antiguas vías de ferrocarriles, patrimonio del pasado industrial de la región.
La ciclovía de cuatro metros de ancho espera atraer a las personas que se desplazan diariamente en coche de una ciudad a otra para ir a trabajar, explica Martin Tönnes, quien cree firmemente en el proyecto, sobre todo gracias al auge de las bicicletas eléctricas.
Los trayectos pueden ir desde los cinco kilómetros hasta los veinte.
Con este proyecto se busca disminuir la congestión y el número de pasajeros que toma a diario el tren suburbano. Según un estudio realizado por RVR, el número de coches en circulación por día podría reducirse en 50.000.
Otras ciudades alemanas, como Fráncfort (oeste), Múnich (sur) y Núremberg (sur) también están trabajando en la creación de calles exclusivamente para los ciclistas.
Se creó una vía de prueba entre Fráncfort y Darmstadt, en el sur de la ciudad, y entre Múnich y su periferia del norte. Aún en proyecto, las rutas seleccionadas, de 30 y 15 kilómetros, respectivamente, cubren zonas muy pobladas y focos de empleo.
A su vez, Núremberg, la segunda ciudad más grande de Baviera, lanzó un estudio de viabilidad con cuatro ciudades y distritos de su aglomeración.
En Berlín, el Gobierno aprobó a inicios de diciembre la realización de un estudio sobre una vía que uniría el centro de la capital con Zehlendorf, en el suroeste de la capital. En otro proyecto, se analiza la posibilidad de utilizar el espacio sobre el metro aéreo para cruzar toda la ciudad de este a oeste.
“La población apoya unánimemente la idea de una autopista para bicicletas y todos los partidos se interesan por la idea”, comenta Thomas Heilmann, del conservador CDU, que defiende el proyecto.