Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo se declara culpable de narcotráfico en EU. Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, se declaró culpable de los delitos de narcotráfico que le imputa el gobierno de Estados Unidos, con lo que el criminal mexicano busca evitar ser sometido a juicio y ello le permite llegar a un arreglo con el Departamento de Justicia y recibir una sentencia menos severa.
De forma inesperada, El Mochomo cambió de decisión y aceptó los cargos que le imputan de traficar cocaína y metanfetamina de México a Estados Unidos cuando era uno de los socios más importantes de Joaquín El Chapo Guzmán en el cártel de Sinaloa o la Federación.
Durante varias décadas, Alfredo Beltrán “colaboró con uno de los cárteles más notorios del mundo, provocando violencia y la pérdida de vidas”, indicó en una breve declaración por escrito Loretta Lynch, procuradora General de Justicia de Estados Unidos.
Ante el juez Richard J. León, de la Corte Federal del Distrito de Columbia, El Mochomo, a través de su abogado Eduardo Balarezo, aceptó la acusación de haber ayudado a la exportación a Estados Unidos de varias toneladas de cocaína colombiana cuando era uno de los hombres más importantes de la fracción del cártel de Sinaloa a cargo de Guzmán Loera.
La aceptación de la responsabilidad de narcotráfico fue sorpresiva, tomando en cuenta que El Mochomo por medio de su defensa legal había desafiado al Departamento de Justicia y estaba dispuesto a ser sometido a juicio para disputar los cargos que le imputan.
El encausamiento de Beltrán Leyva lo acusa de “conspirar junto con otros para importar y distribuir en Estados Unidos cinco kilogramos de cocaína y/o 50 gramos o más de metanfetaminas”.
Capturado en 2008 por las autoridades mexicanas en Culiacán, Sinaloa, y extraditado en 2014 a Estados Unidos, El Mochomo se había declarado inocente de las acusaciones en Washington, por lo cual el 8 de noviembre de hace dos años la Corte Federal le negó la libertad bajo fianza.
Todo este mes el abogado Balarezo había estado descalificando la estrategia del Departamento de Justicia para retrasar el juicio contra su cliente, el cual se había calendarizado originalmente para el pasado 13 de febrero.
La defensa del Mochomo había pedido al juez que descalificara a uno de los testigos del Departamento de Justicia que se presentaría en el juicio, quien de acuerdo con los documentos en la Corte declararía que él y Beltrán Leyva habían trabajado juntos en el trasiego de la cocaína colombiana desde la década de los noventa y por lo menos hasta 2005.
El Departamento de Justicia había indicado que el testigo, a quien en los documentos se identifica con las iniciales AT, declararía que Beltrán Leyva se encargaba de vender drogas a pandillas en Estados Unidos.
Según los documentos en la Corte, AT narraría cómo Beltrán Leyva recibía de las pandillas estadunidenses, a cambio de las drogas, armamento de alto poder.
AT también estaba preparado para testificar en contra de El Mochomo y asegurar que éste comandaba a una serie de grupos de sicarios que se encargaban de eliminar y torturar a enemigos del cártel de Sinaloa, además de ser uno de los encargados de la fracción criminal de El Chapo Guzmán para pagar millones de dólares a funcionarios del gobierno de México para que los dejaran trasegar drogas tranquilamente.
En el juicio, el Departamento de Justicia quería demostrar que El Mochomo era uno de los colaboradores más cercanos y de mayor confianza del Chapo Guzmán.
Con su declaración de culpabilidad, El Mochomo podrá llegar a un arreglo con el Departamento de Justicia para recibir una sentencia menos severa de la que le hubieran podido asignar con un juicio en el que fuera declarado culpable de los delitos de narcotráfico.
Con esto, El Mochomo aceptará cooperar con el gobierno de Estados Unidos para testificar en casos de narcotráfico procedente de México, pero en especial en contra de El Chapo Guzmán.
Al gobierno de Estados Unidos le interesa en particular la colaboración de El Mochomo para enjuiciar a Guzmán Loera, de quien eventualmente espera su extradición por parte de las autoridades del gobierno de Enrique Pena Nieto.
A Guzmán Loera más de una decena de cortes federales de Estados Unidos lo acusan de varios delitos, entre los que destacan los de lavado de dinero, narcotráfico y homicidio.
La captura de El Mochomo en 2008 provocó una ruptura dentro del Cártel de Sinaloa y una guerra sin cuartel entre la fracción comandada por Guzmán Loera con la de Arturo, El Barbas, y Héctor, El H, hermanos del narcotraficante mexicano que será enjuiciado en la capital estadunidense este mes de febrero.
Los hermanos de El Mochomo responsabilizaron a El Chapo de la captura del primero, y presuntamente en venganza ordenaron en 2008 la ejecución de Edgar Guzmán, hijo del recién recapturado líder del Cártel de Sinaloa.
Con la ruptura, los Beltrán Leyva se convirtieron en un cártel independiente enemigo del de Sinaloa, y para ello se asentaron en el Estado de México, Guerrero y Morelos.