¿Les cuento algo de la nueva refinería de petróleos mexicanos que ya sabemos, será en Tula Hidalgo?
Aunque los criterios desde un inicio estaban mas que definidos y por ende, única y exclusivamente supimos había dos entidades que podían muy bien cubrir con ellos en su totalidad (Guanajuato e Hidalgo), aquí hay algo que merece saber usted para que no se deje quizá engatusar por seguidores de Andrés Manuel López Obrador que ya están cerca de rasgarse las vestiduras en lo corto.
Los criterios técnico-financieros que ha planteado la propia petróleos mexicanos, resulta que las tres localidades con posibilidades reales son, en ese orden, Salina Cruz, Oaxaca; Tula, Hidalgo, y Salamanca, en Guanajuato, los que podían aspirar a tener la nueva refinería.
¿Por qué esas tres entidades?
Por razones técnico-financieras, sabrán que las refinerías de Salina Cruz, Tula y Salamanca son las tres plantas que no han sido reconfiguradas, por ende están casi obsoletas, si tres de seis refinerías están ya casi caducas, ¿Qué hacemos construyendo nuevas? mas bien, hay que modernizar todo el sistema actual, ¿no?
Ok, vamos bien, pues resulta que uno de los criterios que fue determinante es la capacidad para reutilizar el combustóleo, que muy poca gente lo sabe pero es un producto residual de la extracción, de bajo costo comercial, que cada día menos empresas quieren y de muy escasa demanda en México y el mundo, de hecho, en México el único que le adquiría era la CFE, pero ya reconvirtió sus sistemas, así que esta casi considerado ya hoy en día, basura; bien, pues fíjense que puede ser reprocesado por las plantas de Oaxaca, Hidalgo y Guanajuato.
Sacar dinero aun de la basura, en los tiempos actuales, a nadie le cae mal.
Asi que aquí hay una autentica razón de peso que en realidad fueron dos, por las cuales la refinería se decidió quedara entre Hidalgo, Oaxaca y Guanajuato.
Interesante, ¿no?