“El suministro de armamento a Ucrania lo tomaríamos como una señal para adoptar las medidas adecuadas”, señaló el presidente del Parlamento chechén
La república de Chechenia, en el Cáucaso ruso, amenaza con entregar armas a México para ayudarle a recuperar “territorios anexionados por Estados Unidos” en caso de que Washington suministre finalmente armamento a Ucrania.
El suministro de armamento a Ucrania lo tomaríamos como una señal para adoptar las medidas adecuadas”, señaló el presidente del Parlamento chechén, Dukuvaja Abdurajmánov, al comentar la reciente resolución del Congreso de EU que instó al presidente Barack Obama a enviar armas letales al Gobierno de Kiev para luchar contra los insurgentes prorrusos.
Para Abdurajmánov, dichas medidas serían “el suministro de armas modernas a México para resolver el estatus legal de los territorios anexionados por EU, donde actualmente se encuentran los Estados de California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah, Colorado y parte de Wyoming”.
Según se indica en la página web del parlamento chechén, su presidente también señaló que Chechenia “se reserva el derecho de celebrar conferencias en Rusia, México o EEUU para plantear la cuestión de la separación de los citados Estados de EU y la entrega de armas para los partidarios de ello”.
El responsable chechén argumentó que desde la Segunda Guerra Mundial “no se ha gastado ni un dólar estadunidense en el desarrollo de Ucrania”, mientras que Rusia y Ucrania siempre han sido países “hermanos” por lo que Washington “no tiene derecho a dar consejos a Rusia” acerca de la actual crisis.
El Kremlin desautorizó hoy inmediatamente las declaraciones del responsable chechén, alegando que Chechenia es un sujeto de la Federación Rusa y que esas palabras son contrarias a la legislación rusa.
Esas declaraciones no pueden estar de acuerdo con Moscú. Los sujetos de la Federación Rusa no pueden ni suministrar armamento a un país extranjero, ni venderlo, esto es simplemente imposible desde el punto de vista de nuestra legislación” dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a los periodistas.