El primer ministro de Irak ordenó a sus fuerzas de seguridad que no abandonen sus posiciones en la provincia de Anbar al grupo extremista Estado Islámico, informó la televisión iraquí.
La orden del primer ministro Haider al-Abadi se dio a conocer mientras fuerzas iraquíes se retiraban de Hamadi, la capital de la provincia. Se desconocía si Irak aún mantenía el control de la ciudad, algunas de cuyas partes fueron tomadas hace días por el grupo Estado Islámico.
Ataques suicidas coordinados ya habían hecho blanco a las fuerzas de seguridad en la ciudad de Ramadi y al parecer abandonaron armamento y vehículos a merced del Estado Islámico.
Previamente al-Abadi había dado la orden a milicias chiís de prepararse para marchar hacia la provincia pese a los temores de que su envío a una región de mayoría suní causara un estallido de violencia sectaria.
Hace unas horas se informó que atacantes suicidas del Estado Islámico detonaron sus coches bomba, lo que causó la muerte de 15 soldados iraquíes en la sitiada ciudad de Ramadi.
Oficiales de la Policía y el ejército dijeron que hubo cuatro atentados casi simultáneos contra las fuerzas que defienden el distrito Malaab en el sur de Ramadi, matando a 10 soldados e hiriendo a 15. Entre los muertos estaba el coronel Muthana al-Jabri, jefe de la comisaría de Malaab, dijeron.
Más tarde, la Policía dijo que tres atacantes suicidas condujeron sus vehículos cargados de explosivos hasta la puerta del cuartel general militar de la provincia, el Comando Operación Anbar, matando a cinco soldados e hiriendo a 12.
Después de los ataques estallaron enfrentamientos feroces entre las fuerzas de seguridad y milicianos del Estado Islámico. Posteriormente, las fuerzas del gobierno se retiraron de la zona de Malaab y extremistas del Estado Islámico se apoderaron de ella.
Los funcionarios hablaron a condición de guardar el anonimato porque no estaban autorizados para hablar con los periodistas.
Mientras tanto, aviones de guerra iraquíes lanzaron ataques el domingo contra posiciones del Estado islámico en Ramadi, dijo el Ministerio de Defensa iraquí, sin dar más detalles.
La semana pasada, los milicianos arrasaron Ramadi, apoderándose de las principales oficinas del gobierno y otras partes clave de la ciudad. El paso hecho un revés importante en los esfuerzos del gobierno iraquí para expulsar a los milicianos de las áreas de las que se apoderaron el año pasado.