El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, inicia el lunes una visita oficial a La Habana, con lo que será el primer gobernador estadounidense que va a Cuba desde el reciente deshielo en las relaciones con la nación comunista. Queda por verse si su misión comercial genera algo más que titulares en la prensa.
La visita oficial prevista para el lunes y martes busca fortalecer las relaciones. Cuomo prevé llevar consigo a un grupo de empresarios para lo que ha llamado “un enorme paso adelante” que “ayudará a abrir la puerta a un nuevo mercado para las empresas de Nueva York”.
Los expertos en comercio dicen que Nueva York podría beneficiarse con la mejora de las relaciones. Las exportaciones incluirían manzanas, leche en polvo y otros productos lácteos. Podría haber inversiones importantes en la infraestructura informática. Los hoteleros podrían construir hospedajes que aprovechen el aumento previsto de turistas estadounidenses.
Cualquier relación económica significativa con Cuba tomará su tiempo, dijo Joe Schoonmaker, presidente del Consejo de Exportaciones de Nueva York y vendedor de seguros de riesgo. Pronosticó que el turismo será el primer sector de la economía cubana que se abrirá y que pasará algún tiempo antes de que haya un volumen de comercio importante con Cuba.
“No se abrirá como China”, aseguró. “En cuanto al envío de productos por valor de cientos de millones de dólares a Cuba, no lo veo por ahora. No van a comprar mucho”.
Los detractores acusan a Cuomo de legitimar una dictadura y dicen que el interés de la visita es más político que comercial. El presidente del Partido Republicano estatal, Ed Cox, dijo que es una maniobra política “para fortalecer su presencia política nacional.
La legisladora estatal republicana Nicole Malliotakis, hija de una exiliada cubana, dijo que los intentos de normalizar las relaciones deben incluir concesiones importantes del régimen castrista.
“No entiendo el propósito de esta misión comercial ni veo que tenga beneficios concretos para el estado de Nueva York”, dijo Malliotakis.
Estados Unidos exporta cantidades limitadas de alimentos a Cuba desde hace años. Si Nueva York consigue estrechar las relaciones económicas con la isla, sus primeros embajadores podrían ser productos agrarios: lácteos y manzanas. El estado es uno de los principales productores nacionales de ambos.