En Alemania avanza una propuesta para que exista un apagón nuclear en unos años. Es decir, que todas las plantas atómicas se cierren.
Pero lo que llama poderosamente la atención es que si bien Alemania es una nación con recursos y un buen gobierno, no hagan una evaluación de que en ese mismo tiempo tendrán que no solo investigar sino también lograr cubrir la necesidad no de hoy, sino de ese momento, de requerimientos energéticos para que una nucleoeléctrica se apague. Si fueran unas pocas, quizá diría que no esta tan difícil, pero son más de 38 plantas las que tiene el país teutón.
Imaginen como están algunos analistas en finanzas y empresa, donde lo que quieren es ver cuánto saldrá este apagón atómico frente a los recursos que el mismo gobierno de y el tiempo de desarrollo de la tecnología limpia que supla a las plantas atómicas. Tiempo es igual a dinero, dinero igual a gasto, gasto igual a impuestos, impuestos igual a población y si esa gente que paga impuestos ve amenazada su fuente de trabajo, quizá se cierre el círculo en este intrincado asunto